Nuevo capítulo de los horrores en torno a la construcción del nuevo hospital de Toledo. El elegido para darlo a conocer fue el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz. Ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno para informar de los acuerdos adoptados por el Ejecutivo, Echániz informó de una carta que la concesionaria de las obras del nuevo hospital remitió al Consistorio. En esta misiva, la UTE Nuevo Hospital de Toledo explicaba que el pasado 13 de marzo se solicitó al Ayuntamiento una licencia de obra menor para la construcción de una caseta de obras, la primera de las tres licencias que a lo largo de los últimos meses, la adjudicataria del centro hospitalario ha presentado.
«Dado que una vez transcurrido el plazo desde su presentación, dos meses como dice la Ley, y no habiendo recibido ninguna notificación de resolución expresa por su parte, entendemos que en aplicación del Reglamento de Disciplina Urbanística de Castilla-La Mancha, tenemos concedida la primera licencia de obras por silencio administrativo positivo», dijo Echániz leyendo la carta. Así, la UTE informó al Ayuntamiento de que en diez días procederá al inicio de los trabajos incluidos en la solicitud de licencia de obra menor, explicó el consejero.
Pero la historia no termina aquí. El Consistorio ha contestado a la concesionaria. Este miércoles. Pero no lo han hecho los Servicios Técnicos Municipales, sino el concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, un hecho que, a juicio de Echániz, demuestra la intención política que hay detrás de este asunto y que no es otro que impedir a toda costa que el Gobierno regional construya el nuevo hospital.
Así, Echániz explicó que en la misiva que el Ayuntamiento ha remitido a la UTE se manifiesta que el inicio de la obra constituirá una infracción urbanística que podría causar un expediente sancionador o una orden de paralización. «Se amenaza claramente con multar a las empresas si inician esas labores que, por silencio administrativo positivo, tendrían todo el derecho a realizar», subrayó el responsable regional de Sanidad.
Añadió que el argumento esgrimido por el Consistorio de García-Page se basa en la solicitud de tres licencias en lugar de una (las licencias dos y tres se han agrupado finalmente, explicó el consejero), pero lo realmente lamentable es que la primera licencia, la menor, se esté paralizando de esta manera».
Defendió que desde el Sescam se han llevado a cabo durante estos meses todas las actuaciones «necesarias» y «suficientes» para poner en marcha de nuevo el hospital en el menor tiempo posible pero, de nuevo, el Ayuntamiento «bloquea la sanidad de Castilla-La Mancha y amenaza a con multar a las empresas».
la ute y la junta responderán. Preguntado por el paso que la concesionaria de las obras está pensando en dar tras la negativa del Consistorio, Echániz informó de que las empresas están preparando la respuesta «que merece el escrito recibido desde el Ayuntamiento». «El grupo de empresas adjudicatarias es la que va a iniciar las medidas jurídicas necesarias a adoptar contra el Ayuntamiento de Toledo, pero desde la Junta de Comunidades, a través de los servicios jurídicos, está haciendo el mismo procedimiento para acompañar a la UTE», detalló.
Para finalizar, el consejero de Sanidad yAsuntos Sociales recalcó que esta situación solo ocurre en Toledo, en ninguna otra provincia. Es más, la obra del Hospital de Guadalajara se confeccionó más tarde y «hoy ya hay máquinas y obreros retomando esta infraestructura», por lo que «no entendemos por qué en Toledo, en más de dos meses, las máquinas no han podido entrar». Detrás, concluyó, «hay una clara intencionalidad política y quiero pedirle a los ciudadanos que obren en consecuencia», manifestó.