Los comerciantes de artesanía claman contra «la mafia turística» en Toledo

I. G. Villota / TOLEDO
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Denuncian que la llegada de 2.500 chinos «solo beneficia a tres» y critican que el Ayuntamiento «lo ensalce»: «Vienen un rato, no pernoctan, no compran, no visitan monumentos y no comen aquí, es decir, no gastan»

Una fotografía totalmente distinta a la ‘oficial’ es la que hacen desde la Asociación de Comercio de Artesanía de Toledo de la visita a la ciudad de un grupo de 2.500 trabajadores de la multinacional china Grupo Tiens, enmarcada en una viaje de incentivos en España. El colectivo expresa su «indignación» y «profundo malestar» con la «imagen» que se está trasladando, según su criterio, desde el Ayuntamiento e insisten en denunciar «la mafia turística» que «está destrozando al sector» y que «impera en Toledo», la de los «viajes dirigidos».

Respecto a esta visita en concreto, apuntan que «solo beneficia a tres tiendas» y critican que el Consistorio, con la primera edil a la cabeza, «haga el juego y lo ensalce solo por hacerse la foto y vender algo que no es real». «Estos grupos vienen un rato, no pernoctan, no compran, no visitan monumentos y no comen aquí, es decir, no gastan», dicen.

Explican que el jueves llegaron unas 500 personas «solo para hacerse una foto en el Valle, otra en la plaza del Ayuntamiento y poco más», añadiendo que «ni pisaron las tiendas de artesanía solo aquellas donde les llevan guiados».

Denuncian que en estos establecimientos «les suelen cobrar tres veces más caros los productos» para «pagar comisiones a los guías» y lamentan que las administraciones «no solo no hagan nada para combatirlo sino que encima intenten vender que esto va a dejar mucho dinero en Toledo. Eso es mentira», recalcan.

También denuncian «la utilización del dinero público para ir a ferias y ‘vender’ Toledo a los touroperadores que luego traen a los visitantes dirigidos» hacia «determinados establecimientos y nada más».

Desde el sector creen que a la ciudad «no le interesa» el turismo que «viene a pasar un rato» y que «solo se hace cuatro fotos y ensucia las calles».

No entienden que desde el Consistorio estén ensalzando la llegada de estos trabajadores de 40 países porque «el jueves comieron en Segovia, han dormido en Madrid, y aquí vienen un par de horas a darse una vuelta y saturar el Casco».

En dos días. La primera ‘oleada’ llegaba el jueves a la capital regional en una docena de autobuses de manera escalonada desde las tres y media de la tarde para estar unas dos horas en la ciudad. Algunos procedían directamente desde el aeropuerto de Madrid Barajas.

En torno a las cinco de la tarde, la alcaldesa, Milagros Tolón, se fotografiaba con ellos en la plaza del Ayuntamiento y destacaba el importante impacto mediático que suponía la visita, además de anunciar que el sábado aprovecharía la llegada de 1.500 trabajadores más y de directivos de la multinacional para fijar futuras colaboraciones y posibles visitas a Toledo. Y lo hizo. Les invitó a hacer inversiones en Toledo, además de intercambiar obsequios.

La dinámica del día fue la mismo: Llegar a Toledo de manera escalonad, visitar la Ronda del Valle, fotografiar la panorámica de la ciudad, recorrer algunas de las calles más importantes de Toledo y volver a Madrid.