Azulejos de historia

Lola Morán
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El Casco de Talavera luce ya el mural elaborado por el ceramista Antonio García Cerro que gira en torno a la festividad de las Mondas y que en sus primeros días ha recibido ya a miles de visitantes

La festividad de las Mondas, la más antigua que se celebra en Talavera, es la protagonista del mural cerámico que, desde el pasado 5 de junio, luce en uno de los laterales del Museo Etnográfico de la ciudad. En su elaboración, el artista Antonio García Cerro ha invertido un año y medio de trabajo que ha dado como resultado una obra que está recibiendo numerosos elogios. De hecho, desde que el alcalde, Jaime Ramos, y los patrocinadores de este panel cerámico -financiado por la empresa Aqualia- descubrieron la bandera de Talavera que cubría esta obra y dejaron ver el resultado del trabajo de Cerro, han sido muchas las visitas que ha recibido este punto del Casco histórico para contemplarlo de primera mano.

El mural, con unas dimensiones de 20,20 metros de longitud y 3 metros de alto, se compone de 1.515 azulejos de 20 x 20 centímetros. En ellos, de manera paciente, Cerro ha plasmado un diseño que fue tomando forma poco a poco en su cabeza tras conocer la intención de la Asociación de Vecinos ‘San Jerónimo’ de elaborar un nuevo mural cerámico, dedicado esta vez a las Mondas. Fue precisamente después de inaugurarse el mural que, mediante suscripción popular, se encargó también a Cerro para rendir un homenaje a los pescadores del Tajo y al propio río como fuente de vida. En este caso, un concurso de ideas premió a Cerro con la elaboración de esta obra, que se colocó también en una de las fachadas del Museo Etnográfico de Talavera, justo frente al río, en Ronda del Cañillo.

La idea fue madurando en la cabeza del artista hasta empezar a plasmarse en una serie de bocetos en papel. Unos cuatro o cinco meses después, el lápiz dio paso a la acuarela en un formato de un metro por quince centímetros, trabajo en el que invirtió cerca de dos meses, recurriendo en algunas partes incluso a una lupa para poder realizar los trazos, según apunta Cerro a este diario. Seguidamente, Cerro repitió el dibujo a un tamaño ya mayor, de 1,5 metros por 40 centímetros, «para sacar precisión» y, con ella, buscar ya modelos reales para darle un «mayor realismo» a los personajes. Para este paso, tomó fotografías en su estudio a quienes han colaborado para hacer de modelos.

En su mayoría, son personas reales, de su entorno más cercano, como familiares y amigos. Ha incorporado personajes ya fallecidos, entre ellos Josete de Artesanía Talaverana;su hermano Juan Carlos, que aparece como un ángel con síndrome de Down;y sus padres. En concreto, una fotografía de su madre a la edad de 18 años ha servido como referencia para ponerle rostro a la diosa Ceres; y su padre figura como un abanderado a caballo.

En cuanto al resto de personajes, aparecen familiares, amigos, alumnos de su estudio de dibujo, y familiares de los patrocinadores, entre otros. También se puede encontrar a sus hijos -ya presentes en el mural de los pescadores como la pareja de talaveranos que protagoniza la pieza central del panel-, esta vez en su infancia; con ello, explica Cerro, quiere reflejar también «el paso del tiempo» y sus ganas por detenerlo.

También está reflejado el alcalde, Jaime Ramos, que, «de manera camuflada», aparece entre los caballeros que forman parte de la comitiva que se dirige a realizar las ofrendas a la Virgen del Prado. Como explicó Cerro, le ofreció al alcalde aparecer en este mural y, a pesar de que Ramos desechó en un principio este ofrecimiento, ha sido el propio ceramista quien ha querido incluirlo «como agradecimiento por darme un año y medio de trabajo, junto a Aqualia». Precisamente la firma patrocinadora de la obra también está representada en uno de los banderines del carrito de Mondas del que tiran los carneros.

Todos estos pasos previos permitieron iniciar un proyecto que Cerro ha realizado por tramos dadas las dimensiones de este mural, teniendo en cuenta que en la cerámica «puedes montar y desmontar como un puzzle» las piezas que conforman la obra. Una vez ejecutadas las diferentes partes, Cerro fue uniendo las diferentes filas, aunque no ha sido hasta el montaje final cuando el propio artista ha visto su obra en su totalidad.