La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) va a ingresar 375.000 euros anuales como pago por gestionar las multas que impone el Ayuntamiento de Toledo. Este, a su vez, va a contabilizar cada año como «beneficios» 110.000 euros más de lo que ingresa en la actualidad. Es la diferencia de lo que le cuesta pagar a una empresa privada (485.000 euros a falta del cierre de la liquidación) no tanto por lo que cobran como por los gastos de la gestión indirecta.

El concejal de Hacienda, José Pablo Sabrido, dice que el resultado económico «es necesariamente mejor» que el del anterior modelo porque es «uno de los motivos que justifican» la operación de traspaso.

También recalca que es una decisión del equipo de Gobierno en su conjunto porque ya estaba previsto en el pacto con Ganemos y, además, recuerda que la Corporación anterior ya lo andaba estudiando (a propuesta de Izquierda Unida) como tabla de salvación de la EMV que lleva los años de la crisis con dificultades para equilibrar sus cuentas.

Por lo tanto, salvo para la empresa que ha venido realizando el trabajo (aunque se supone que ahora saldría a concurso y podría perderlo), va a ser un negocio municipal redondo desde el punto de vista económico. De todas formas, hasta donde se ha dado a entender, la decisión no es firma hasta que la EMVcumpla los requisitos que han sido desgranados en diversos informes de los técnicos del Ayuntamiento de Toledo, en especial de la Tesorería.