El cuerpo de la perra con rabia fue tirado al vertedero incumpliéndose el protocolo

i. g. v. | TOLEDO
-

Funcionarios del área de Salud Pública se personaron en el lugar para buscar el cadáver sin cabeza del animal, pero les resultó imposible localizarlo entre la basura

El cuerpo de la perra con rabia fue tirado al vertedero incumpliéndose el protocolo - Foto: Yolanda Redondo

igarciavillota@diariolatribuna.com

Un mes después, el caso sigue dando que hablar. La perra mestiza que entró en España desde Marruecos en abril atacando a cuatro menores y diversos animales en Toledo el pasado 1 de junio ha causado el primer brote de rabia en España desde que la enfermedad quedó erradicada en 1975. ‘Marquesa’, que es como se llamaba el can, puso en alerta a todo el país y provocó que el Gobierno activara un Plan de contingencia para el control de la enfermedad en animales domésticos e incluso que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha abriera una investigación para determinar si el Ayuntamiento de la ciudad cumplió el protocolo establecido en este tipo de casos para deshacerse del cadáver infectado.

Según ha podido saber La Tribuna por fuentes cercanas al caso, no ocurrió así. ‘Marquesa’ fue arrojada al vertedero, como si de un residuo ‘normal’ se tratara, un par de días después de ser abatida, pasadas la una de la madrugada del 2 de junio, incumpliéndose así la normativa.

El protocolo establece que los animales con rabia deben ser enterrados en cal viva o incinerados, como ocurrió con ‘Pipo’, uno de los canes atacados por ‘Marquesa’ y sacrificado el 22 de junio al existir riesgo de que hubiera sufrido contagio.

Hay que recordar que la perra  rábida perpetró los ataques a personas y animales durante el 1 de junio, fue abatida a tiros en las inmediaciones de Toletvm por la Policía Nacional la madrugada del 2 de junio y estuvo hasta el día 3 en el depósito de cadáveres animal, donde cortaron su cabeza para determinar si estaba infectada, obteniendo un resultado positivo de las pruebas. Posteriormente, el cuerpo sin  cabeza no fue incinerado ni enterrado en cal viva sino tirado al ‘Ecoparque’.

La dirección general de Salud Pública pidió explicaciones al Ayuntamiento sobre el caso y una vez conoció el ‘modus operandi’ varios funcionarios se personaron en el lugar de los hechos para buscar el cadáver en el vertedero, pero les resultó imposible localizarlo entre los residuos, aunque acotaron la zona y la basura de ese día.

El presidente de Colegio de Veterinarios de Toledo, Luis Alberto García, no se atreve a valorar el riesgo que se puede derivar de esta actuación, porque establece que es difícil determinar el periodo de pervivencia del virus de la rabia en cadáveres. En cualquier caso, dice que el problema podría existir «si la perra fue mordida por un roedor nada más ser tirada al vertedero y esa rata, a su vez, ha atacado a otro animal».