El vicario de Talavera celebra sus 25 años como sacerdote

J. L. M. / Talavera
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Felipe García Díaz-Guerra espera cumplir al menos otros cinco lustros más como religioso y «seguir con la misma alegría y entusiasmo que he tenido hasta ahora»

Felipe García en su intervención ayer en la misa que sirvió para conmemorar sus 25 años de sacerdocio. - Foto: Peña

Sencillo, familiar, cargado de religiosidad y, sobre todo, muy emotivo tanto para el protagonista como para sus más allegados. Así fue ayer la celebración de los 25 años de sacerdocio de Felipe García Díaz-Guerra, vicario episcopal de la ciudad y rector de la Basílica de Nuestra Señora del Prado desde hace ya más de una década.

La conmemoración coincidió con el oficio religioso de mediodía que se lleva a cabo en el templo, aunque en esta ocasión la misa fue diferente a las anteriores, ya que varios asistentes no pararon de hacer fotografías con sus teléfonos móviles al homenajeado y, al mismo tiempo, el propio García comenzó recordando a los feligreses que lleva cinco lustros de entregado servicio y dedicación a Dios y a la Iglesia.

Además de por familiares, amigos y responsables del Gobierno local -acudieron a la convocatoria la concejala de Artesanía y Comercio, Alicia Godoy, al igual que el edil de Sanidad y Medio Ambiente, Florencio Gutiérrez-, el vicario estuvo acompañado por una nutrida representación sacerdotal, debido a que junto a él también estuvieron oficiando la misma religiosos en activo de las diferentes parroquias talaveranas, así como otros que ya están jubilados.

En declaraciones a este diario antes de que tuviera lugar su particular homenaje por tan importante efeméride personal, el rector de la Basílica aseguró que su principal deseo tras sumar nada más y nada menos que un cuarto de siglo dedicado a la actividad eclesiástica es poder cumplir al menos otros 25 años más. «Me gustaría seguir con la misma alegría y entusiasmo que hasta ahora», apuntó al respecto, destacando igualmente que otra de sus aspiraciones es «seguir siendo mejor sacerdote».

De hecho, el próximo año 2015 tiene ante sí una importante evaluación de su trabajo al frente de la Vicaría talaverana (su labor no sólo se circunscribe a la ciudad en la que hay más de una decena de parroquias, sino que también es responsable de una amplia comarca con nueve arciprestazgos, entre los que están incluidos tres de Extremadura, como son Guadalupe, Herrera del Duque y Puebla de Alcocer), debido a que el próximo verano se cumple su ciclo de cinco años como vicario y desde el Arzobispado de Toledo determinarán si continúa o no al frente de unas responsabilidades que asumió en septiembre de 2003.

Pero, pase lo que pase, e independientemente de si el primado toledano, Braulio Rodríguez, renueva su confianza en Felipe García, él tiene muy claro que lo más importante para un sacerdotes es «servir bien tanto a Dios como a la Iglesia».

Dos etapas en la ciudad. Nacido en Madrid en el año 1966, García ingresó en el Seminario de Toledo a la edad de 17 años en 1983. Tras seis años de formación en la capital regional, el 1989 fue ordenado sacerdote en la Catedral toledana por el cardenal arzobispo Marcelo González. Si vinculación con Talavera acumula ya dos décadas y está dividida en dos etapas.

La primera va de 1994 a 1997, año en el que se marchó a Roma para completar sus estudios en la Pontificia Universidad Lateranense. La segunda es en la que se encuentra aún inmerso, tras ser proclamado vicario y rector de la Basílica en 2003.