El Museo del Ejército ha visto reintegrado a su patrimonio cinco estandartes pertenecientes a una de las colecciones con mayor carga simbólica por los valores que enseñan». Porque estas «cinco joyas» son del recientemente laureado Regimiento Alcántara que, como adelantó el director del Museo, «será objeto de homenaje en una próxima exposición temporal». Los trabajos de restauración de estos legendarios estandartes y guiones del ‘Desastre de Annual’ han sido financiados por la Fundación Banco Santander dentro de su labor de mecenazgo cultural establecido, en este caso, en el convenio de colaboración que ambas entidades firmaron el pasado año.
Gracias a esta firma, que hoy se ha vuelto a representar con la entrega de las piezas intervenidas durante cuatro meses, los estandartes y guiones que pertenecieron al Regimiento ‘Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería’ regresan a su espacio original para «ser mostrados», apreció Antonio Izquierdo, como «las banderas de guerra que son».
Esta futura exhibición es ahora posible por el trabajo desarrollado -por las empresas ‘Kronos Servicios de Restauración S.L’ y ‘Crel Restauración de Tejidos S.L.’- en torno a las deformaciones, pérdidas de urdimbre, desgarros y lagunas, y ausencia de parte matérica. Porque las labores de restauración se han centrado, como es habitual en este tipo de piezas, en la limpieza mediante microaspirado, la rehidratación de las fibras, y la fijación con hilos de seda de los soportes al tejido original. Hay que destacar que estos trabajos -sufragados por la Fundación Banco de Santander- se ha ejecutado en los propios talleres del Museo del Ejército.
Durante la entrega, el presidente de dicha Fundación, Antonio Escámez Torres, mostró su agradecimiento por haber podido «contribuir al esplendor de este espacio» con una colaboración que, apreció, «para nosotros tiene una importancia sentimental y emotiva por el significado de las piezas». Porque, en sus palabras, «fue un Regimiento irrepetible en la historia militar, heroico y aniquilado».
El director del Instituto de Historia y Cultura Militar, Enrique Vidal de Loño, agradeció la colaboración en la restauración de «cinco tesoros por lo que son y por lo que simbolizan» en cuanto a «heroísmo y cumplimiento del deber». Asegurando que «no todo fue malo allí» -la unidad combatió protegiendo el repliegue de las tropas españolas, desde las posiciones en Annual a Monte Arruit, hasta el punto de que las bajas sufridas fueron de 28 jefes y oficiales de un total de 32 y de 523 de clases de tropa de un total de 685 en filas-, el responsable del Instituto afirmó que «ahora esos jinetes de Alcántara desde el cielo pueden cerrar los ojos tranquilos». Y es que, consideró que con estos actos de recuerdo «la patria les devuelve agradecida el beso» depositado sobre estos estandartes.