Por Yeray, por Sergio, por Carla... Los padres y madres que utilizan la guardería y la ludoteca municipal de La Puebla de Montalbán llevaban en la parte de atrás de camisetas blancas los nombres de sus pequeños, como banderas para protestar por la fuerte subida que deben afrontar en estos servicios por decisión municipal. Por delante, exponían un único lema: «Los niños no se recortan», durante su participación en la tarde de ayer en una concentración de protesta ante el Ayuntamiento pueblano, coincidiendo con la celebración de un Pleno municipal. El alza de costes de estos servicios de atención infantil ha encrespado los ánimos de las familias contra la alcaldesa, Soledad de Frutos (PP), hasta el punto de que un padre la acusaba directamente de «penalizar la natalidad» con su medida. La reducción de la subvención municipal a estos centros supondrá, según sus cálculos, que las cuotas que pagarán se dupliquen.
Con una sonora pitada, los concentrados intentaron transmitir a los ediles reunidos dentro de la Casa Consistorial el malestar de las 90 familias usuarias ante la carestía que deberán afrontar si quieren seguir utilizando para conciliar su vida laboral y familiar estos servicios infantiles. Resaltan que estos son los únicos en su género disponibles en esta población de unos 8.000 habitantes ubicada en el Partido Judicial de Torrijos. Pancartas con mensajes como ‘Señora alcaldesa, baje primero su sueldo dando ejemplo’ dejaban patente el enfado reinante en la concentración.
Más de 700 firmas recogidas.
Los padres convocantes de esta protesta aseguran que ésta no será la única medida que efectuarán para frenar la subida en la guardería y la ludoteca. Así, han recogido ya más de 700 firmas de protesta, en una campaña con la que quieren dejar constancia al Ayuntamiento de la fuerte oposición ciudadana existente frente a este ‘tasazo’. También presentarán alegaciones contra las ordenanzas que regularán los nuevos precios de la guardería y la ludoteca.
Los padres aseguran estar dispuestos a negociar una subida de lo que pagan por el cuidado y educación de sus pequeños, pero piden al Consistorio que baje «al barro» de su nivel de ingresos. Ponen como ejemplo que una familia con dos niños en estos servicios puede verse abocada a pagar unos 500 euros al mes si los nuevos precios se mantienen. «Entendemos que hay pocos recursos municipales para estas edades y hay que mantenerlos, independientemente de su coste económico. Eso hay que tenerlo en cuenta, pero no con una subida desproporcionada», comenta Sara García, una de las madres concentradas.
Las familias lamentan que la decisión municipal ponga más trabas a las carreras laborales de padres y madres de los pequeños, poniéndoles en la tesitura de optar por reducciones de jornada con la consiguiente merma salarial o tirar de la benevolencia de los abuelos para cuidar de sus hijos pequeños. También remarcan que habrá padres y madres con bajos salarios que no podrán hacer frente a la subida de las cuotas, algo que lamentan que pase con servicios públicos.