El rey don Pedro enseña a caer y levantarse

L.G.E
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Los torrijeños llevan 13 años recreando cómo el último rey de la dinastía de Castilla llegó a esta localidad a festejar el bautizo de su hija Beatriz y cómo la fiesta pudo terminar en drama.

En los torneos, que se volvieron a celebrar el domingos por la mañana de las crónicas medievales, el rey se envalentona, sale a luchar contra uno de sus caballeros y resulta herido de tal gravedad que estuvo a punto de morir. Pero ni la sangre perdida, ni la fiebre ni los delirios pudieron con el rey. En Torrijos este año han mantenido la esencia de las Crónicas de Pedro I, pero con ciertos cambios que se han traducido en una de las ediciones que ha congregado más público. La desapacible noche del viernes dio lugar a un sábado y domingo de temperaturas agradables que propiciaron que las calles del mercado medieval estuvieran también llenas en las horas centrales del día.La ampliación de los puestos más allá del entorno del Palacio ha funcionado. Esta vez se prolongan hasta dos centros neurálgicos de la localidad, la plaza de España y la de Gutierre de Cárdenas, donde se retroalimentaron mercadillo y Colegiata, que cumple 500 años.