El otro duelo del palco

SPC
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Los intereses cruzados por jugadores del rival tensan el choque entre Josep Maria Bartomeu y Florentino Pérez

El otro duelo del palco - Foto: Enric Fontcuberta

Cordialidad, educación y respeto son los factores que suelen rodear el ambiente de los presidentes de fútbol cuando se sientan en el palco. Sin embargo, ayer, en el Camp Nou, también se respiraba tensión. La misma que se respira que cuando dos cazadores, rifle en mano, discuten por la autoría del disparo que mató al venado.

Florentino Pérez llegó al feudo blaugrana rodeado del aura que siempre envuelve al presidente blanco cuando llega a casa del eterno rival, pero aún más visible con Neymar revoloteando por la cabeza del constructor madrileño.

Nadie se atreve a discutir que el ‘astro’ brasileño es uno de los sueños de Pérez, y pocos son los que no sospechan que en el faraónico fichaje del sudamericano por el PSG algo tuvo que ver el merengue.

Por otro lado, el dirigente anfitrión, Josep Maria Bartomeu, habló la noche previa al ‘clásico’ sobre Vinícius y un posible interés de la familia del joven futbolista en que antes de aterrizar en el Santiago Bernabéu lo hubiera hecho en el Camp Nou, y por una cantidad mucho menor a la que pagó Florentino.

Además, Bartomeu no vaciló al ser preguntado por un posible interés azulgrana sobre Isco.

«Si los técnicos nos piden un jugador y se quiere ir del Madrid, por supuesto que lo ficharía. Aquí cada uno quiere ser competitivo. Pero nunca ha habido un caso. Si llegara el caso lo primero que haría, por respeto, es hablar con el presidente del Madrid para ver si lo quieren vender o no», espetó.

Con todos estos antecedentes es normal que el saludo entre ambas comitivas fuera mucho más distante de lo normal, pero también es cierto que en la élite, este tipo de contextos se dan muy habitualmente.

No obstante, ambos dirigentes son hinchas de sus equipos y no es de extrañar que a Bartomeu le pareciera mal acabar viendo vestido de blanco a Neymar y a Florentino de azulgrana a Isco Alarcón, habiendo sido ambos, en algún momento, piezas indiscutibles de sus respectivos proyectos deportivos. El partido se jugó en el césped, pero el duelo de miradas era en el palco..