Toledo conoce las torturas a Yecenia

J. Monroy | TOLEDO
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Amnistía Internacional denuncia en la ciudad el caso de esta mexicana, que está siendo juzgada tras confesar bajo tortura y tras abusos sexuales que había planeado matar a su exmarido

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La detuvieron en 2012 cuando llevaba a unos familiares al aeropuerto y la acusaron de haber planeado matar a su hoy exmarido, un político de la zona. A Yecenia Armenta, contó ayer en Toledo su abogada, Gabriela Carreón, la torturaron y abusaron sexualmente de ella en la comisaría. La colgaron de los pies, golpearon y violaron. Llegaron a amenazarle con torturar a sus hijos. Al final, con los ojos tapados, firmó una declaración de confesión, única prueba sobre la que se sostiene el proceso judicial por la que la están juzgando.

Gabriela Carreón llegó a Toledo a contar el caso de Yecenia de la mano del grupo local de Amnistía Internacional. Amnistía, recordaba Rafaela Alonso, tiene en marcha hoy en día la campaña ‘Stop Tortura’, que se acerca a países sobre los que la ONG tiene una preocupación espacial, como es México en este caso, «porque hay muchas denuncias de tortura que no se investigan correctamente, la policía no colabora, no separan de sus puestos a los miembros de fuerzas de seguridad acusados de malos tratos, se tarde en poner en marcha los procedimientos y tenemos documentado que lo que ocurre muchas veces que se acusa a personas de delitos, confiesan bajo torturas, y tenemos a personas inocentes en las cárceles y los crímenes quedan impunes».

En el caso de Yecenia, además, el hecho de que sea una mujer implica también una tortura sexual. Porque se dan abusos sexuales, humillaciones sexuales sobre mujeres como ella.

Gabriela Carreón, abogada de Yecenia, pertenece a la ONG local Centro de Derechos Humanos Miguel de Agustín pro Juárez. Para Gabriela, Yecenia tan sólo pone cara a la grave crisis de derechos humanos que está viviendo México, donde «la tortura se ha convertido en una violación generalizada, como ha dicho el relator de la ONU Juan Méndez». La ONG participa en la campaña ‘Rompiendo el silencio todas juntas’, que quiere ser una respuesta al problema, pero trabaja en todo México contras las violaciones de los Derechos Humanos y las torturas.

Hay que tener en cuenta, apunta la abogada, que la única prueba contra Yecenia es la confesión a ciegas que firmó sin abogado tras horas de torturas, diversas violaciones sexuales y amenazas a sus hijos. Cuatro años después, sigue en prisión, a la espera de sentencia por un delito de homicidio, por el que piden quince años. La letrada apunta que se tendría que excluir la prueba de la confesión, tal y como ha propuesto la Corte de Justicia de México tras el amparo presentado. Sin embargo, el procurador (fiscal) ha impugnado esta resolución. Tendrá que ser la Suprema Corte quien decida si se retira o no la confesión.

Gabriela explica que «el caso de Yecenia es particular, pero representa lo que viven muchas mujeres en México a manos de policías municipales, policías estatales, y federales, pero también de elementos militares». También acusa de tortura como cómplices al Ministerio Público, que no inicia investigaciones o los jueces que no excluyen la prueba obtenida con tortura.

Gabriela Carreón y Rafaela Alonso destacaron sobre todo los casos de torturas sexuales, como la sufrida por Yecenia. Más allá de los daños físicos, muchas mujeres detenidas también son objeto de violaciones y actos discriminatorios por ser mujer. Cuando son detenidas junto a las parejas, las torturan sexualmente para obtener la confesión de los hombres. En otras ocasiones además, apuntó la abogada, el objetivo es reprimir manifestaciones, por ejemplo.

Tanto el Centro de Derechos Humanos Miguel de Agustín pro Juárez como Amnistía están haciendo visibles estos casos para que el Gobierno mexicano los ponga punto final. En la página de Amnistía hay una ciberacción para que la gente firme y el procurador retire la acusación. También promueve que se escriban cartas a Yecenia.