Sócrates sigue bajo sospecha

AGENCIAS
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El exprimer ministro de Portugal vuelve por segundo día consecutivo a la Ciudad de la Justicia de Lisboa para ser interrogado por presunto fraude fiscal, blanqueo de dinero y corrupción

Portugal's former Socialist prime minister Jose Socrates detained - Foto: PAULO CARRIÇO

 
El exprimer ministro portugués, José Sócrates, fue interrogado ayer, por segundo día consecutivo, en la Ciudad de la Justicia de Lisboa, como sospechoso de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción. Su abogado, João Araújo, no hizo declaraciones a la entrada del Tribunal Central de Instrucción Criminal, al que también acudieron los otros tres detenidos en la misma causa, el empresario y amigo personal de Sócrates, Carlos Santos Silva; el abogado, Gonzalo Trindade Ferreira; y el chófer del exprimer ministro, João Perna.
Las investigaciones, según la Fiscalía General de la República, se centran en «operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación conocida y legalmente admisible».
Las reacciones políticas a su situación siguieron siendo de mucha prudencia y cautela, aunque todos coincidieron en que este escándalo puede tener repercusiones en las elecciones legislativas del próximo año y, sobre todo, en el Partido Socialista (PS), que estrena nuevo líder. Se trata del popular y carismático alcalde de Lisboa, António Costa, elegido secretario general con el 96 por ciento del apoyo de los simpatizantes.
En su primer discurso como líder de la oposición, Costa incidió en que hay que separar los sentimientos de amistad y solidaridad de la acción política y la misión de la formación.
No obstante, dio un espaldarazo a Sócrates, al afirmar que el PS «no adopta las malas prácticas estalinistas de eliminación de las fotografías de este o aquel». El partido, añadió, «asume toda su historia de buenos y malos momentos», es solidario personalmente y respetará «escrupulosamente» el dictamen de la Justicia en éste y en cualquier otro proceso.
En causa está el origen de una fortuna de, al menos, 20 millones de euros, a la que se suman otros tres que Sócrates habría pagado por un piso de lujo en París. Las sospechas surgieron tras detectarse transferencias bancarias muy elevadas en su cuenta corriente y la de su madre, movimientos de dinero «sin justificación conocida y legalmente admisible», según la Fiscalía General de la República.
Desde el Gobierno no hubo reacciones, aunque el primer ministro, Pedro Passos Coelho, lanzó un mensaje claramente alusivo, sin citar a Sócrates, al aseverar que «los políticos en nuestro país no somos todos iguales».
«Los sueños y los objetivos en política se alcanzan con esfuerzo, y lo que no se puede hacer es dar marcha atrás ante la primera dificultad», sentenció el jefe del Ejecutivo en un acto de su partido celebrado en la localidad de Guarda.
«Hoy se puede asegurar que todos somos diferentes, gracias a que se ha trabajado mucho por lograr esa diferencia», incidió.