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La Concejalía de Urbanismo saca a concurso el control arqueológico de las obras menores, que durante los últimos años ha estado concedida a la empresa Global Arqueología, para los dos próximos ejercicios. El objetivo del servicio, informó ayer el edil Teo García, es que los controles rutinarios arqueológicos no supongan una carga económica a los solicitantes de licencia.
La cuantía del servicio por los dos años que se saca a concurso es de 38.000 euros más IVA, lo que suma 91.960. Como novedad, García destacó que el actual pliego pretende profundizar en la georreferenciación, pasar a coordenadas UTM todas las actuaciones arqueológicas, de forma que se coordinen con el propio POM y con el estudio medioambiental. «Evidentemente, nos parece importante planificar a corto y largo plazo, con perspectiva de futuro y con perspectiva de futuro y de proceso, y que todos los servicios tengan la misma dirección», apuntó, convencido de que esta asistencia técnica reforzará el proceso de creación del POM.
El servicio, explicó el concejal, está contribuyendo a facilitar la vida a los ciudadanos y aumentar la celeridad en las licencias urbanísticas en obras menores, básicamente en el Casco; tiene su impacto en la atención, el cuidado al patrimonio, y la promoción económica de la ciudad, porque contribuye a que los recursos de los ciudadanos se gestionen más rápido y se agilicen las obras con las debidas garantías de protección. En 2015 hubo 430 licencias de este tipo en el centro histórico. De ellas, la intervención arqueológica se formalizó en una visita, y no necesitó de más actuaciones posteriores. En un treinta por ciento sí hace falta un control concreto; en otro quince pasa directamente a la Comisión Especial; y un cinco por ciento de las obras se ha derivado a un control arqueológico profesional.
Hay que tener en cuenta que los hallazgos en obras mayores transcienden la actuación municipal y le corresponden a la Junta. Sin embargo, este servicio municipal está sacando a la luz cuestiones como la casa, probablemente visigoda, hallada junto al colegio de Santa Teresa en el PAU de la avenida de América. En estos momentos, se está datando con mayor precisión los restos. La idea, confirmó García, es tratar de catalogar, conservar y tapar estos restos. No son los únicos de importancia encontrados por el servicio en los últimos años.