Las Ventas, Alfa y Omega

Mario Gómez
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En el último paseíllo de la temporada, los toledanos Villita y Guillermo García pugnaron por alzarse con la séptima edición del certamen 'Camino Hacia Las Ventas'. Alejandro Gardel lidió dos utreros de Montealto y saludó una ovación

Parece difícil entender la dicotomía de aunar el principio y el final. Incluso que una final pueda ser el inicio de algo, pues esta lo es, lanzando nombres catapultados al siguiente escalafón; o que aún con hambre de toros, lleguemos a la conclusión de la temporada. 

Echaba el telón Las Ventas, con una novillada mixta en formato monstruo. Villita y Guillermo García pugnaban por alzarse con la 7ª edición del certamen ‘Camino Hacia Las Ventas’, mientras Alejandro Gardel, anhelaba terminar de conectar con Madrid. Completaba la final el mexicano Isaac Fonseca, que a la postre, se llevó el reconocimiento.

Villita cuajó una actuación muy seria. Solvente con el capote y con mucho oficio con la muleta, supo plantear dos faenas de mando y mano baja, en las que sometió a sus oponentes. En el primero de su lote paseó una oreja a su buen hacer, que pudo ser otra más en su segundo, de no ser, quizá, por la falta de conexión entre las tandas. Dejó trazos muy destacados, pero no redondeó la obra y saludó una ovación.

Por su parte el bayolero Guillermo García se mostró resuelto tanto en quites como en un variado manejo de capa en todos sus turnos y a pesar que puede que los nervios le jugasen algún mal momento en su primero, el concepto en el otro fue muy destacable. Fresco y muy metido, buscó García torear muy de verdad. Acompañando con la cintura, compuso una bella faena que buscó rematar con manoletinas sin montar la espada, con el hándicap añadido del viento. Se tiró a matar sin muleta y resultó feamente volteado. Saldó su actuación con ovación con saludos y vuelta al ruedo.

Ganó el certamen el mexicano Isaac Fonseca. Se mostró muy dispuesto en todo momento y buscando poner de su parte lo que sus novillos carecían. A pesar del gran envío de Jandilla, puso todo de su parte Fonseca, destacando en el que cerró la tarde y del que tras una faena muy vertical y de trazo largo paseó una oreja.

Abrió la tarde el novillero con picadores Alejandro Gardel, quien en su tercer paseíllo de la temporada en el coso venteño, pechó con un lote de imponente arboladura, pero que pecó de sosería y ante el cual no pudo nada más que apuntar detalles del clasicismo que atesora su concepto.

Caía la tarde y arreciaba un frío aire. ‘Winter is coming’ parecía escribirse en el cielo cuando poco más de las 20.15h se arrastraba el último animal, se doblaban los últimos capotes y se cargaban las últimas furgonetas. Acababa la temporada, comienza el invierno. Nos quedamos con muchos momentos, ahora son pasado, solo queda mirar al año próximo. Esperemos que no tarde 2019, porque 2018 fue gran año. ¡Que el invierno sea leve!