El pasado viernes 19 de octubre,  la Catedral toledana sirvió como escenario de un maravilloso recital lírico en torno a la figura de la santa carmelita a cargo de la soprano Cecilia Lavilla y el barítono Luis Santana, acompañados al piano por el maestro Antonio López Serrano. 

Coincidiendo con la celebración de la Semana Cultural Teresiana en Toledo, ciudad a la que la mística llegaría por primera vez en 1568,  se ha celebrado este regalo para los oídos en beneficio de Caritas Diocesana, gracias a la generosa organización de la Esclavitud de Nuestra Señora del Sagrario.

 La abulense Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada, más conocida como Santa Teresa de Jesús, pasó a la historia no solo por ser una figura cumbre de la mística experimental cristiana, sino también por representar, junto a San Juan de la Cruz, uno de los máximos exponentes literarios de la poesía del Renacimiento español.

 El recital se realizó dentro de uno de los marcos más emblemáticos de la arquitectura gótica española: la Catedral Primada de Toledo, por cuyas naves, muy probablemente, surcaron algunos pasos los hábitos de la santa carmelita hacia su ‘Camino de Perfección’.

 El recital, entre cuyo público se encontraba el arzobispo de Toledo y el Deán actual así como su antecesor, comenzó con unas entrañables palabras que la grande Teresa Berganza dedicó con gran cariño a la grande Teresa de Jesús: «De Teresa a Teresa», nunca mejor dicho. Sin embargo, por motivos de salud la soprano no pudo acompañarnos en tan emotivos momentos. 

 El programa interpretado no pudo ser mejor escogido. Podría describirse como un maravilloso viaje a través de las vivencias de Santa Teresa y fue, en sí mismo, un relato alegórico de su propia vida.  Muy acertadas las referencias al ‘Principio’ y al ‘Fin’, a través del Dúo de Adán y Eva de La Creación de G. F. Haendel y del Amén del Stabat Mater de G. B. Pergolesi, respectivamente. Así mismo, la inclusión en segundo y penúltimo lugar de dos obras de Ave María fueron una elegante y delicada nota de agradecimiento a la consagración mariana del templo catedralicio y a la titular de la Hermandad organizadora del evento.

 El corpus central se compuso de un repertorio bidireccional basado en la temática religiosa y en musicalizaciones de la obra lírica teresiana. Un paseo por algunos de los compositores más reconocidos en la historia de la música como W. A. Mozart, Gaetano Donizetti o Giovani  Battista Pergolesi; pero también algunas referencias a autores del romanticismo francés. Es de vital importancia la presencia en el programa de compositores del nacionalismo español como Federico Mompou y Joaquín Rodrigo, que musicalizaron letras de Santa Teresa como el maravilloso ‘Cántico de la esposa’. 

 Pero sobre todo hay que destacar una acertada apuesta por los compositores españoles del momento, como el madrileño Víctor Carbajo y el  burgalés Javier Centeno, cuyo tríptico de canciones dedicado a la santa, fueron compuestas expresamente para ser elevadas por la voz del barítono Luis Santana. 

 Aunque hubo numerosos momentos mágicos, fue de especial belleza la interpretación del poema ‘Nada te turbe’ del compositor Jacques Berthier, que hizo al público romper en fervoroso aplauso casi sin pestañear. Hubo merecido bis y finalizaron su actuación entonando junto al pueblo el himno de la Virgen del Sagrario.

 Emotivos momentos musicales, un pianista de lujo,  la lírica teresiana a través de brillantes voces elevándose bajo las cúpulas de la catedral y un generoso público más que entregado. ¿Habrá un modo mejor de poder acercarse al éxtasis? Yo creo que no.

* Bárbara Arredondo es soprano y profesora del Conservatorio Jacinto Guerrero