La vacante de obispo auxiliar no será ocupada inmediatamente

Á. de la Paz
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El arzobispo primado, Braulio Rodríguez, aseguró que la marcha de su mano derecha, Ángel Fernández Collado, es una «pérdida sensible». El prelado electo de Albacete tomará posesión de su sede el 17 de noviembre

A la hora del ángelus y con el sonido del repique de campanas de fondo, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, leyó el nombramiento de su obispo auxiliar durante los últimos cinco años, Ángel Fernández Collado (Los Cerralbos, 1952), como nuevo prelado de la diócesis de Albacete. El cambio de sede deja vacante el cargo de auxiliar en la archidiócesis primada. Según explicó el primado de España, el remplazo de su principal colaborador desde 2013 no se producirá de forma inmediata. El Salón de los Concilios del arzobispado albergó el acto del anuncio del nuevo destino de Férnandez Collado.

El hasta ahora obispo auxiliar se convertirá en el titular de la diócesis de Albacete, sufragánea de la archidiócesis de Toledo, tras la renuncia de Ciriaco Benavente Mateos, quien cumplió 75 años el pasado mes de enero. El acto de toma de posesión de Fernández Collado se producirá, previsiblemente, el sábado 17 de noviembre en la catedral de San Juan de Albacete a partir de las 11.00 horas. Aunque la idea inicial era hacerlo el 27 de octubre, la coincidencia con tres ceremonias nupciales que se celebrarán en la propia seo desbarató el plan. «Era mejor no enemistarse con seis familias ni disgustar a tres novias», dijo con una sonrisa el obispo electo.

El sacerdote cerralbeño se convertirá en el sexto mitrado de la demarcación eclesiástica manchega, desgajada de Toledo en 1949. Hasta que su nombramiento se haga efectivo en las próximas semanas, Benavente Mateos continuará al frente de la misma como administrador apostólico.

Fernández Collado aseguró haber recibido «no tranquilo, pero sí en paz» la elección como  responsable del episcopado de Albacete por la Santa Sede. El prelado manifestó su deseo de recorrer el nuevo camino pastoral «de la mano del Señor», leyó sendos comunicados dirigidos tanto a los cristianos de la archiodiócesis de Toledo como a los de la diócesis de Albacete, animó a los fieles a que recen por él y pidió amparo a la virgen María bajo las advocaciones del Sagrario y de Los Llanos.

«Me siento muy arropado», contó en uno de sus últimos eventos como corresponsable de la sede primada. Quien será obispo de Albacete agradeció el apoyo recibido en los cinco años en los que ha auxiliado en Toledo y citó algún pormenor de su nombramiento. Recibió la llamada del nuncio apostólico tras su regreso de Roma, de donde llegó tras haber realizado un curso. Además de Albacete, las diócesis de Ávila y Guadix, la primera con un titular mayor de 75 años y la segunda vacante, fueron sus otros dos posibles destinos.

El nombramiento de Fernández Collado dejará vacante durante algún tiempo la sede auxiliar de Toledo. Al respecto, Rodríguez Plaza explicó que el relevo no se producirá con inmediatez. «Los huecos que dejan las personas no se rellenan», dijo sobre quien ha sido su mano derecha el último lustro. Don Braulio, visiblemente emocionado, calificó de «pérdida sensible» la marcha de Fernández Collado y confirmó que el proceso para su sustitución no es tan urgente. «No se trata tanto de hacer intercambios o fichajes», apuntó el arzobispo.  

El nombramiento del nuevo obispo auxiliar partirá de una lista con varios nombres que el obispado de Toledo enviará a la Santa Sede. El papa escogerá uno de ellos y nombrará al sucesor de Fernández Collado.

El arzobispo metropolitano mantendrá un estrecho vínculo con el nuevo prelado de Albacete, dado que la diócesis que recibe a Fernández es sufragánea de la archidiócesis de Toledo, como lo son también las de Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara.