Enfermedades con cultura

I.P.Nova / Toledo
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El experto Gerardo Fernández Juárez apuesta por que las conocidas como 'síndromes de filiación cultural' son «enfermedades reales que tienen su lógica y su tratamiento» en una charla en la facultad de Humanidades durante la inauguración del seminario

Una enfermedad real «con sus lógicas y su respectivo tratamiento» y no un síndrome de afiliación cultural. Con esta reivindicación inauguró ayer el seminario ‘Hierbas, amuletos y oraciones’ de la Facultad de Ciencias el experto y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, Gerardo Fernández Juárez. Fue durante una charla sobre la antropología médica y de la salud. El profesor de la universidad de Castilla-La Mancha argumentó que, bajo las limitaciones culturales y antropológicas, las sociedades distinguen diferencias en aspectos relacionados con la salud como pueden ser dolencias específicas como el mal de ojo o la Choga, típica de Guinea Ecuatorial y que se estudiará hoy a partir de las 16,30 horas en el salón de actos de la Plaza de Padilla.
Con este programa, que ayer dio sus pistoletazo de salida y estudiará temas como el mal de ojo hasta mañana miércoles, se pretenden combinar los conocimientos de la medicina popular y de la tecnología biomética sin menospreciar la antropología cultural que impregna cada región en el diagnostico y tratamiento de la salud. Por ello, durante la sesión de ayer el antropólogo puso en relieve las diferencias que adquieren determinadas enfermedades según el lugar en el que se padezcan. Ejemplifico entonces cómo en algunas partes de Brasil, concretamente en Arrecife, los jóvenes tienen encuentros sexuales con prostitutas y simulan en sus miembros las heridas causadas por la sífilis como si el hecho de pasar esta enfermedad les condicionara el paso a la madurez. «Los pintados del Amazonas son unos individuos con una pigmentación especial en la piel y las madres buscan el contagio con los niños por la dermis con los afectados como símbolo de cohesión social», argumentó.
Pero no sólo la visión que se tiene de las patologías varía según las localizaciones, durante esta primera inversión antropológica el experto también confirmó que la forma de tratarlas es completamente diferente. «Es muy conocida la succión chamánica en las tribus del amazonas que dicen que las enfermedades son consecuencia de algo malo en el cuerpo y deben de ser extraídos los elemento», concretó. Entre estas prácticas de absorción, el antropólogo defendió que en chaman en ocasiones guarda piedras o lanzas como símbolo de lo que les dolía para representar la extracción pero que ello no es un engaño sino una ayuda «para canalizar y visibilizar el dolor». 
Además, Fernández Juárez reseñó la importancia del diálogo como forma de curar. «Hablar es hacer medicina», remarcó. Explicaba el profesor de la UCLM una comparación entre el colapso sistema de salud occidental y éste en el que el chaman habla con la enferma y la dedica incluso más de un día a ella sola. Alegó además, que el dialogo no es sólo importante para tratamiento sino para la cura recordando cómo determinadas canciones en américa latina ayudan a canalizar y abrir los canales del parto. 
En lo que respecta al tratamiento, el profesor también quiso hacer especial hincapié en cómo algunas farmacéuticas tomaban como base el poder de las raíces de algunas tribus amazónicas. «Existe el ejemplo de un biólogo francés al que, durante una estancia, le enseñaron las características de una corteza y ahora tiene los derechos farmacológicos», citó. Pero, fuera del uso del herbolario natural, muchas culturas utilizan animales, como pequeños conejos, para ver qué le pasa al enfermo. «El chamán pasa el conejo por el paciente y se le transmite así la enfermedad. Con la idea de este traslado el chamán inspecciona el conejo para ver qué le pasa al paciente y dónde tiene la dolencia para poder curarlo a posteriori», desgranó.
Pero, más allá de la vida, con la llegada de la muerte, la antropología cultural también marca reseñables consideraciones en la salud. Por ejemplo, y como detonante vital, muchas de estas culturas consideran que el cuerpo tiene que volver entero a la tierra por lo que no es posible las amputaciones o las intervenciones quirúrgicas tan normalizadas en pleno siglo XXI. «En algunas tribus las madres deben de guardar la placenta pues hasta eso es considerado una parte del cuerpo y, por consiguiente, no debe tirarse», concluyó el experto.