El Greco en el cómic

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La primera biografía ilustrada del pintor fue publicada por la editorial mexicana Novaro hace más de medio siglo. Su obra ha servido de inspiración a todo tipo de dibujantes

El Greco, pintor de España, publicado en México por la editorial Novaro en 1962.

Adolfo de Mingo Lorente

«Doménicos, que no había visto ni siquiera un dibujo, se extasió ante las pinturas». Han pasado más de cincuenta años desde que Isabel Camberos y M. E. Lecuona imaginaron a un Greco de ojos azules que decidía convertirse en pintor después de contemplar los frescos minoicos del Palacio de Cnossos. Un joven que vivía sometido en Creta por los turcos, que sería expulsado del taller de Tiziano por discutir con el maestro veneciano y cuya representación de San Mauricio y la legión tebana merecía, en palabras del propio Felipe II, ser «arrinconada en alguna bodega». Una vida del Greco en forma de viñetas que fue publicada en México por la editorial Novaro en 1962 y que constituye la primera historieta dedicada al artista dentro del noveno arte. Licencias históricas aparte (sus 31 páginas son una de las aproximaciones más fantasiosas a la vida del pintor, por mucho que los responsables de la colección ‘Vidas ilustres’ destacasen el valor didáctico de sus historietas), El Greco, pintor de España abrió las puertas a varios trabajos que hoy, cincuenta años después, es posible destacar.

Entre ellos ha habido nuevas biografías ilustradas del pintor, como la de Pedro Iznaola, Beatriz Moreno-Cervera y Carlos Rodrigo (publicada por la editorial Celya en 2012, exactamente medio siglo después que el cómic mexicano), viñetas sobre personajes del Greco (el Caballero de la mano en el pecho y el Museo del Prado en general fueron protagonistas de uno de los números de Superlópez) e ilustraciones a partir de sus pinturas como el poderoso testimonio de Brian Michael Bendis y Alex Maleev para Daredevil Marvel Knights que hemos escogido para abrir esta doble página. A propósito de este último ejemplo, por heterodoxa y provocadora que pueda parecer la asociación de ideas entre el Greco y los superhéroes del cómic norteamericano -sirva como máximo ejemplo la recreación del Expolio a base de los principales personajes del género, como Spiderman o el Capitán América, propuesta por Manuel Miguel Navas (arriba)-, ésta no es precisamente nueva. Equipo Crónica ya planteó algo muy semejante en 1969 al proponer una versión del Entierro del conde de Orgaz en donde don Gonzalo Ruiz de Toledo era sepultado por Batman y con la característica inicial de Supermán sobre el peto de su armadura, entre otros inclasificables elementos.

El Greco, por la naturaleza de sus pinturas, podría considerarse un artista de referencia para dibujantes clásicos como Miguel Fumagalli o ilustradores actuales como Eric Canete y John Rea. La característica elongación de sus figuras, la distribución de las masas de sombra o la conjugación de diferentes perspectivas al servicio de la monumentalidad anatómica con independencia de su espacio son rasgos que a menudo apuntan en la dirección del pintor y de sus grandes referentes, como Durero y Miguel Ángel.

La versión de San Pedro y San Pablo del Hermitage en Daredevil Marvel Knights.La versión de San Pedro y San Pablo del Hermitage en Daredevil Marvel Knights.

En otras ocasiones, los dibujantes han tomado referentes concretos del Greco para recontextualizarlos después, desde el ejemplo de Daredevil y su representación de los apóstoles San Pedro y San Pablo (Museo del Hermitage) hasta la recreación de las estilizadas manos del pintor en mangas como Elfen Lied (Lynn Okamoto, 2002-2005), pasando por el homenaje de Enki Bilal a la representación de San Luis en Les fantômes du Louvre (2012). Incluso la antiguamente denominada Casa del Greco ha permitido a dibujantes como el guipuzcoano José Manuel Mata recrear la arquitectura colonial americana en cómics como Cubagua-ko Perla (1989).

Como icono cultural, el Greco ha sido también interpretado en clave de humor por algunos de los autores españoles más conocidos. Francisco Ibáñez, el creador de los celebérrimos Mortadelo y Filemón, introdujo un Caballero de la mano 'en el techo' en la historieta Esos kilitos malditos (1997), y Juan López Fernández (JAN) se valió del célebre retrato del Prado para uno de los relatos de Superlópez, El fantasma del Museo del Prado, en el que llegó a representarse a sí mismo como homenaje a la célebre pintura. Por razones de espacio, no podemos incluir en estas páginas las abundantes viñetas, chistes y caricaturas publicados en prensa a propósito del Greco desde hace más de un siglo, cuando dibujantes como Manuel Tovar presentaban a anticuarios vendiendo Grecos «garantizados por tres años» en pleno tricentenario de 1914.

Superlópez y el Caballero de la mano en el pecho en la historieta de JAN El fantasma del Museo del Prado.
Superlópez y el Caballero de la mano en el pecho en la historieta de JAN El fantasma del Museo del Prado.

Antes de finalizar este breve recorrido nos gustaría recordar a los autores que han contribuido a recordar al pintor durante los últimos años, como Pedro Iznaola y Héctor Caño, responsables, respectivamente, de El Greco y El entierro del Conde de Orgaz (ambos publicados por Celya en 2012 y 2014).