Alertaron de la agresividad de la perra 4 horas antes del primer ataque

i. g. villota | TOLEDO
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La protectora denuncia que pasaran 16 horas desde la llamada hasta que la Policía Nacional abatió al animal y critica que Policía Local, Seprona y Guardia Civil «no hicieran nada»

Alertaron de la agresividad de la perra 4 horas antes del primer ataque - Foto: Yolanda Lancha

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La historia de la perra con rabia que atacó a tres menores en la ciudad el pasado 1 de junio ha dado un nuevo giro. La Asociación para la Protección, Adopción y Defensa de Animales de Toledo (’Apadat’) explicó ayer que una voluntaria de la protectora fue la primera víctima del can, al recibir un ataque ese mismo día a las nueve y media de la mañana. Su única lesión fueron «unos arañazos» pero ella dio el aviso de que la perra en cuestión  estaba suelta y tenía «síntomas» de ser agresiva o padecer alguna enfermedad al «tener ataques furiosos». Lo importante de esto es que lo hizo cuatro horas antes de que se produjera la primera mordedura en el barrio de Covachuelas, sucedida a las 13,35 horas en la plaza de la Estrella, según informaron fuentes del servicio de emergencias 112.

Así lo contó ayer la presidenta del colectivo en la capital regional, Tamara de Prado, quien dio una rueda de prensa para denunciar la «gravedad del caso», «ofrecer algo de luz a los ciudadanos que están asustados» y criticar la «nefasta actuación» desarrollada por las administraciones implicadas.

Y es que, destacó que «pasaron horas desde que nuestra compañera Susana  lo denunció y ninguna fuerza de seguridad se personó en la zona para buscar a la perra o tomar medidas». También lamentó que tuvieran que pasar 16 horas «hasta que el animal fuera abatido a tiros en la zona del Salto del Caballo» y que tuviera que ser la Policía Nacional quien puso fin a la situación mientras que Policía Local, Seprona o Guardia Civil «no hicieron nada».

Lo «grave» del caso es que la perra con rabia atacó en ese tiempo a cuatro personas -tres menores, uno de ellos de 2 años- así como a otros siete canes, colonias de gatos -que también fueron sacrificados por la «violencia de los ataques»- así como a gallinas. Por lo que la entidad contabiliza una «veintena de casos de rabia en la provincia».

Y es que, detalló que el animal vivía en Argés y llegó a Toledo «previsiblemente pasando por el asentamiento del Cerro de los Palos», sin que las administraciones «hayan realizado ningún análisis ni desinfección de las zonas por la que transitó».

Por eso, Tamara de Prado se pregunta «dónde quedó el cuerpo, ya que se habla de que estuvo en un vertedero con el riesgo que eso puede suponer, dónde están los cuerpos de los gatos abatidos, qué medidas de desinfección se han tomado, así como dónde estaba la Policía Local, el Seprona y la Patrulla Verde el 1 de junio».

aumento de abandonos. Pero no sólo eso. ‘Apadat’ alertó ayer de que el plan activado tras el suceso va a incrementar los abandonos e incluso las muertes de perros, aunque agradece que las administraciones empiecen a tomarse en serio todo lo que tiene que ver con la protección de animales: vacunas, cartillas, controles, etc.

De Prado respondió al concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Perezagua, quien dijo hace unos días que los perros «no son un problema» en Toledo asegurando que «para él no lo son, pero a los voluntarios de las asociaciones de animales nos preocupan y mucho».

La presidente añadió que las siete protectoras de la ciudad no tienen capacidad ahora mismo para recoger a todos los animales que van a ser abandonados y dijo que «lo único positivo del caso» es que «podamos utilizarlo para que no vuelva a suceder».