Santa Leocadia para escépticos y creyentes

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José Luis Isabel Sánchez presentó en la Real Academia una investigación histórico-militar sobre la Patrona de Toledo publicada por Ediciones Covarrubias

Santa Leocadia para escépticos y creyentes - Foto: Yolanda Lancha

Ramón Sánchez González, director de la Real Academia de Bellas Artes yCiencias Históricas de Toledo, una institución que pondrá punto final al curso la próxima semana, destacó en la Casa de Mesa la gran cantidad de publicaciones que han sido presentadas a lo largo de las últimas semanas por los miembros de esta corporación, casi centenaria. Juan José Fernández Delgado, Juan Sánchez, Juan Estanislao López Gómez, Roberto Jiménez Silva, Santiago Sastre y Ventura Leblic, entre otros, son algunos de estos numerarios y correspondientes. A ellos acaba de incorporarse el coronel José Luis Isabel Sánchez, secretario de la Real Academia y autor del libro Santa Leocadia, Patrona de Toledo y de los Tercios de Flandes (Ediciones Covarrubias).

El nuevo texto de este investigador y biógrafo especializado en historia militar ofrece, en palabras de Ramón Sánchez, una objetiva panorámica sobre la figura de Santa Leocadia y sobre su trascendencia simbólica para los toledanos. «La mayoría de las fuentes han hablado de ella desde una perspectiva religiosa, sustentada sobre todo en el terreno de la fe. En este libro, sin embargo, el investigador traslada lo que ha leído, con objetividad, dejando al lector abierta la puerta de sus propias interpretaciones».

El autor del libro explicó que el origen de esta investigación fue un certamen organizado por la Catedral de Toledo hace algunos años, cuando se conmemoró el centenario de Santa Leocadia, y que se declaró desierto. «Siempre me llamó la atención la peripecia de los restos de Santa Leocadia, que salieron de Toledo, llegaron a Asturias y sus restos se perdieron durante siete siglos, hasta que unos capitanes toledanos de los Tercios los encontraron nada menos que en los Países Bajos. Desde allí fueron trasladados de vuelta a finales del siglo XVI hasta la Catedral, en donde permanecen hoy».