Rebeca García aún no tiene su propio estudio fotográfico. Era el principal inconveniente que se encontró cuando decidió poner en marcha un proyecto creativo que le rondaba en la cabeza desde hace un tiempo. Tras darle vueltas, llegó el golpe de suerte: el dueño de una pequeña salita de teatro del Casco histórico, de apenas tres metros de ancho, le cedió las llaves de este espacio, sin contraprestación, donde pudo desarrollar su creatividad. Una «salita misteriosa» donde ha realizado los 23 retratos que componen la exposición que se puede visitar este mes en el Círculo de Arte. En total, 23 miradas que enseñan lo que los protagonistas llevan dentro, «lo que quieren mostrar y lo que no quieren mostrar», comentó la autora.  

Y es que fue ella la primera sorprendida con los resultados cuando empezó a disparar su cámara. «Empezamos a notar que las fotos salían con un cierto toque honírico, es como si saliesen personajes de dentro de ellos que no eran ellos mismos. Algunos no se reconocían», comenta, al hablar de estas instantáneas impregnadas de «toques de cuadros antiguos». «Parecen personajes de la parte de atrás de un teatro viejo», añade. De ahí el nombre de la muestra: ‘Habitante mío’.

Los espectadores podrán contemplar 23 fotos de gran formato en blanco y negro y en color protagonizadas por personas que ella quiere y admira. «Son amigos y conocidos, artistas, gente especialmente sensible, con un interior especial», indica.