Los funcionarios de Lotería explicaron durante el juicio al acusado de falsificar un primer premio de la Primitiva los códigos numéricos que acompañan a un boleto para verificar su autenticidad. Este sistema permitió calificar como manipulados los boletos fotocopiados con los que el sujeto quería demostrar que jugaba tradicionalmente la combinación de seis números (8-25-26-36-42-47) que resultó ganadora en el sorteo del 13 de noviembre de 2010, con el que se inició este caso.

El primero de los números que puede verse sombreado en amarillo en la imagen que acompaña esta información identifica la administración en la que se sella el boleto. Aunque el acusado quiso hacer creer que estaba abonado tradicionalmente a esta combinación en la Administración talaverana, lo cierto es que los boletos fotocopiados ofrecían codigos de validación correspondientes a oficinas de diversos puntos de España.

Pero resulta más determinante la segunda cifra sombreada, de tres dígitos. Numeran el día del año en que se celebra el sorteo y puede llegar a un máximo de 366, los días que tiene un año (si es bisiesto). Pero el acusado presentó seis resguardos que superan el 400. En otros boletos, se detectaron incongruencias entre la fecha de validación del boleto y esta cifra, que remitía a una fecha de sorteo de aproximadamente un mes después. El sistema de Loterías sólo permite presentar apuestas de Primitiva en los sorteos que se celebren en el plazo de una semana.

Onlae ha modificado estos códigos de verificación de boletos precisamente en este año, para complicar aún más este tipo de falsificaciones.