«Sin ánimo de injerencia electoral», el portavoz del Gobierno municipal, Rafael Perezagua, hizo ayer unas cuantas reflexiones que no dejan en buen lugar a los candidatos a la Alcaldía. Es «la campaña más plana» que recuerda. Echa de menos información sobre el modelo de ciudad que pretenden desarrollar durante los cuatro años de mandato, lamenta la falta de debates cara a cara, no ha vista propuestas interesantes para los barrios más allá del compromiso a su mantenimiento diario y se alarma ante algunas afirmaciones que lee y escucha, en este caso, provenientes del PP. Por ejemplo, retrotraer el planeamiento urbano de la ciudad al plan general de 1986 le resulta «preocupante» y «muy grave».

Perezagua explica que dar ese paso que propone Jesús Labrador, candidato del PP, traería consecuencias importantes. La primera, los seis millones de metros cuadrados habilitados para la ampliación del suelo industrial (el conocido PP-11) volverían a la calificación de rústico protegido y «no se podría instalar ni una empresa ni desarrollar un PAU.

Otra «barbaridad» que ocurriría es que los cigarrales se quedarían sin la protecci´ñon que les brinda el Plan Especial. El tramo final del Paseo de la Rosa (dónde estaba Grúas Mendoza) perdería la calificación residencia y volvería a la industrial. Quedarían anuladas 1.500 viviendas que la Junta de Comunidades puede promover en Santa María de Benquerencia.

En definitiva, el portavoz del Ayuntamiento (y del PSOE) cree que la ciudad tiene mucho más que perder de lo que podría ganar cuando el candidato del PP anuncia que retiraría el recurso de amparo del Tribunal Constitucional, declararía nulo el POM de 2007, entraría en vigor el del 1986 y comenzaría redactar otro planeamiento adaptado a la realidad actual.

En opinión de Perezagua es mucho más viable (no la comparte pero la respeta) la opción que maneja el candidato de Ganemos Toledo. Javier Mateo es partidario de cumplir la sentencia que obliga a pasar el POM 2007 por un nuevo periodo de información pública y mantenerlo en vigor hasta que se redacte el nuevo planeamiento urbano.

Por último, Perezagua recuerda a Labrador que el POM de 2007 es, sobre todo, un producto del PP al que los socialistas contribuyeron con «tres votos particulares» (y algo más) para corregir asuntos que consideraban mejorables. Otra razón que, a su juicio, debería hacer al popular repensar su postura.