El Complejo Polideportivo 'Rafael del Pino' lleva 395 días esperando licencia de apertura

F.J.R.
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Desde febrero de 2014, el polideportivo tiene presentada toda la documentación que le requiere el Ayuntamiento para poder abrir sus puertas. La instalación fue inaugurada por la Reina Sofía el 15 septiembre de 2011

«Es uno de los proyectos más hermosos de la ciudad y uno de los que más va a impactar por su diseño arquitectónico». Así definía el 24 de julio de 2008 el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, el Complejo Polideportivo ‘Rafael del Pino’, una moderna instalación de 14.000 m2 dedicada a mejorar la rehabilitación y la calidad de vida de los afectados por lesiones medulares.

Hoy, casi siete años después de que el proyecto fuera presentado oficialmente por el Ayuntamiento, el polideportivo permanece cerrado a cal y canto, toda vez que no cuenta con la imprescindible licencia municipal de apertura.

Los agradecimientos del propio alcalde a todas las partes implicadas (Fundación Rafael del Pino y Junta de Comunidades) en el día de la presentación del proyecto parecen ahora olvidados, y si ese día el propio Page destacó que para la consecución de este proyecto se «solaparan los intereses de todas las partes»; ahora parece que hay escollos insalvables.

Los problemas del polideportivo se remontan a los albores del proyecto. La Fundación Rafael del Pino realizó el ofrecimiento a la Junta de Comunidades, presidida por aquel entonces por José María Barreda, de construir el complejo deportivo, tasado en 12 millones de euros.

La Junta, encantada con la idea, cedió el suelo para su construcción en unos terrenos anexos al Hospital de Parapléjicos. Presentaron el proyecto en 2008 y el 15 de septiembre de 2011 la Reina Sofía se encargó de inaugurar la instalación acompañada por la actual presidenta autonómica, María Dolores Cospedal. Todo estaba listo para que el Complejo Polideportivo Rafael del Pino comenzara a funcionar. Salvo un pequeño problema burocrático: el terreno que había sido cedido por el Gobierno de Barreda no era propiedad de la Junta, sino de la Tesorería de la Seguridad Social.

Así, el nuevo Gobierno regional tuvo que comenzar los trámites necesarios para que el terreno pasara a ser de su propiedad, algo que se concretó a finales de 2013.

Finalmente, en febrero de 2014 la Junta envió toda la documentación que el Ayuntamiento les exigía para dar licencia de apertura a la instalación, pero desde entonces, y ya van 395 días, el silencio es lo único que llega desde el Consistorio.

¿Dónde está el problema ahora? Pues parece ser, según alegan desde el Ayuntamiento, que la cesión de un terreno dotacional de propiedad pública no puede explotarse por el beneficiario para cobrar a usuarios ajenos al hospital, como clubes deportivos de la ciudad. Y es que, la intención de la Fundación Rafael del Pino siempre ha sido que los usuarios sin lesión medular paguen por usarlo.

Esta traba de última hora ya se planteó desde el inicio de la obra, aunque, en ese momento inicial, Junta y Ayuntamiento, ambas del mismo signo político, no tardaron en llegar a un acuerdo.

Y es que, el fin de la instalación deportiva Rafael del Pino no es otro que la integración social, y ésta no puede llevarse a cabo si no se comparte el edificio con el resto de la ciudad. Así, tratando de no realizar una competencia a proyectos municipales como el Centro del Agua, se acordó que los usuarios sin lesión medular pagaran una cantidad por usar el polideportivo. Ese dinero no estaría en ningún caso produciendo un lucro, porque, debido al fin social de la instalación, se destinaría a su mantenimiento.

De esta forma, parece que todo responde más bien a una cuestión de índole política. Un bloqueo que al final repercute en todos los ciudadanos.