«Emiliano García-Page (PSOE) y Aurelio San Emeterio (IU) son quienes han condenado a muerte a la Empresa Municipal de la Vivienda y no la van a salvar ni quitando las dietas de los consejeros ni vendiendo la sede». Lo peor de todo, según dice el PP, es que IU hizo la propuesta de eliminar las dietas «solo de boquilla, de cara a la galería», sin que figurase en el orden del día ni fuera votada. Para evitar dudas, Diego Vivas afirma que el PP está a favor de eliminar ese gasto.

Vivas reitera que la EMV está condenada a morir y no hay quien lo remedie «ni haciendo el puente-pino». Para más señas indica que «tiene fecha de defunción», final de este año, la que marca la ley para que su balance salga de los números rojos.

En todo este asunto lo que no entiende es que desde el PSOE e IU se quiera culpar a quienes vienen denunciando hace más de tres años que la EMV tiene un grave problema económico «por la mala gestión» del bipartito la anterior legislatura y de los socialistas en solitario en esta. Su pregunta es quién es el responsable, «¿el que denuncia o el que toma las decisiones». El PP, subraya, no es el que ha provocado la ruina sino el que ha encendido la alarma para avisar de lo que iba a ocurrir. «Bastante hacemos», concluye.

Según el informe de la Intervención presentado el 28 de febrero al Consejo de Administración las cuentas de la EMV dan como resultado un desequilibrio de 1,69 millones de euros. En esas condiciones la ley concede dos meses de plazo para aprobar un plan de reequilibrio que debe alcanzar su objetivo dentro del ejercicio. De no ser así, el Ayuntamiento de Toledo, dueño al cien por cien de la entidad, tendría seis meses para la liquidación voluntaria o un año para la obligatoria.

Pero el resultado negativo acumulado supera los 8 millones de euros, en 2013 no ha devuelto los 3,8 millones de créditos bancarios comprometidos dentro de los 9,5 que debe y la deuda comercial es de 2,7 millones.