Gardel debuta, triunfa y convence

Dominguín/Illescas
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Brava y notable novillada del Torreón, de Cesar Rincón, en la localidad de Illescas. Destacó en el festejo taurino la aptitud y el valor del diestro albaceteño Pedro Jesús Merín

Merín fue cogido por el primero de forma dramática. - Foto: Dominguín

Es importante estar bien para un torero todas las tardes que actúa, pero mucho más si es en fechas significadas. El domingo era la puesta de luces del joven novillero de Borox Alejandro Gardel, sobrino del matador de toros David Mora, que recordará esta efemérides como un día bonito, importante y de triunfo. Además, qué mejor marco para hacerlo que el afamado certamen ‘Soy Noviller@’, que le ha dado a conocer nada más nacer taurinamente hablando.

Tuvo en primer lugar un buen novillo del Torreón que fue recibido con unas verónicas encajadas. Ya dejo ahí su impronta, que luego continuó con la pañosa, comenzando por bajo la labor y atemperando la bravura del eral. Tandas largas y templadas las de Gardel, que levantaron los olés del respetable que le arropó toda la tarde. Precioso cierre de faena con empaque y torería remates de trinchera como carteles de toros. Sólo cortó una oreja por el fallo a espadas, que paseó animoso el redondel.

Para cerrar plaza, sorteó un precioso eral jabonero de unas excelentes condiciones. Destacaron con los palos Puchi y Lorente, que tuvieron que desmonterarse tras su actuación. La faena con la pañosa la fundamentó en la mano de los billetes, la zurda, con la que Gardel realizó una labor más que sobresaliente. Tandas largas y armoniosas que fueron el broche de oro a su brillante actuación, que esta vez sí se vio refrendada con la espada que consiguió enterrarla hasta los gavilanes. Merecidas dos orejas que le valieron para cruzar en volandas la puerta grande de la plaza de Illescas.

Abría festejo el albaceteño Pedro Jesús Merín, quien derrocha valor y asiento por los cuatro costados. Hasta la puerta de toriles se fue a recibir al novillo de César Rincón que luego fue mecido por verónicas en su percal. Quites vistosos de Pasero y replica de Merín por saltilleras. Se fue a los medios para comenzar la faena, donde fue cogido de forma dramática por el animal que, literalmente, lo arrolló y dejó el corazón del público encogido como un puño. Pero el novel, sin mirarse, volvió a la cara del novillo del Torreón donde de forma firme y templada toreo a su enemigo de forma armoniosa y acompasada. Buenas tandas por la izquierda con naturales de ensueño y templanza. Ya lo vimos en Villaseca la semana pasada y aquí volvió a destacar por su conocimiento de terrenos y asentamiento que luego no está refrendado con la espada que, de haber acertado, le hubiese valido la concesión de más de un trofeo, quedándose la labor en una merecida vuelta al ruedo.

Repitió con el recibo al cuarto, y Merín se volvió a ir a la puerta de toriles a recibir al novillo por saltilleras. Pero las ganas del de Albacete se encontraron con un novillo menos lucido que sus hermanos. Toreó de forma firme y haciendo poco a poco la faena denotando las buenas maneras y condición. Esta vez sí que tocó pelo cortando una oreja que seguro le supo a poco al Valente y sereno novillero.

Gusto demostró Luis Pasero ante su primer enemigo, de una condición nada cierta y que echó por tierra las ganas con las que venía por segunda vez el novillero de Casarrubios del Monte. El novillo que no humilló tuvo delante a un aspirante con ganas pero irregular en sus conceptos, quiso relajarse en algún muletazo pero eso fue aislado. Mal con la espada faltándole decisión y ganas de querer matar el novillo que terminó recibiendo palmas del respetable.

En el quinto de la tarde, Pasero se fue a los medios y trasteó al animal encajando la figura y trazando muletazos de mano baja y templada. Largos los muletazos ante un animal que fue acabándose, cosa que le hizo perder la conexión necesaria con el torero para el éxito. Pese a los buenos trazos y la pulcritud de la faena, volvió a encontrarse con su cruz, que no es otra que la tizona. Mal con ella y desánimo del chaval, que hizo un feo gesto hacia el tendido.

No obstante, el novillero se puso en contacto con quien les redacta la crónica para manifestar tras el festejo que pedía perdón por los actos ofensivos que había tenido hacia los aficionados. Ahí queda Luis tu perdón, y aquí nos hacemos eco de ello para que se lea.