La sombra del miedo a los atentados que llevan años sacudiendo Egipto volvió a cernirse ayer sobre uno de los países con mayor riqueza arqueológica del planeta. Al menos dos turistas murieron y otras 14 personas resultaron heridas por la explosión de una bomba casera colocada junto un autobús de visitantes en la zona de las pirámides de Guiza, a las afueras de El Cairo, según informó el Ministerio de Interior Egipcio.

Los fallecidos son dos turistas vietnamitas, mientas que resultaron heridos otros 10 miembros del grupo de extranjeros, el conductor del vehículo y el guía, como aclara el comunicado oficial

El artefacto explosivo, de fabricación artesanal, fue colocado junto a un muro en la calle de Al Marriotiya, en el distrito de Haram, en Guiza, donde se encuentran las pirámides, y fue explosionado a las 18,15 hora local (16.15 GMT) al paso del autobús.

Las Fuerzas de Seguridad se desplazaron inmediatamente a la zona de la tragedia para llevar a cabo la investigación, agregó la nota.

Este es el primer ataque con explosivos contra turistas registrado en Egipto desde el atentado contra un avión ruso a finales de 2015, que se estrelló en la península del Sinaí (noreste del país) después de estallar en el aire, causando la muerte a sus 224 ocupantes.