IES Ribera del Tajo ofrece una exposición de la Constitución

La Tribuna
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El departamento de Geografía e Historia del instituto talaverano presenta mediantes paneles que, por su importancia, mantendrá abierta hasta mediados de febrero también para el resto de la ciudad.

IES Ribera del Tajo ofrece una exposición de la Constitución

El Instituto de Educación Secundaria Ribera del Tajo, de Talavera, ha preparado en sus instalaciones una exposición con motivo del 40 aniversario de la Constitución Española que, por su importancia, ha abierto al resto de la ciudadanía.

El Departamento de Geografía e Historia del centro talaverano expone en el vestíbulo unos paneles con un breve recorrido por la historia constitucional española.

Desde el Departamento se insiste en que es importante enseñar a los alumnos que «no siempre en España nos hemos regido por un sistema constitucional, con lo que ello significa de democracia y libertad». Otro de los aspectos a destacar es que es necesario desterrar la idea de que nuestra  historia  constitucional  sea  una  historia  pendular  entre  opciones  de  derecha  e izquierda, explican en nota de prensa firmada por el director del centro, Andrés de las Heras.

Si tomamos como referencia la primera constitución, la conocida como ‘la Pepa’ de 1812 hasta la de 1978, en más de un  siglo y medio de vigencia constitucional sólo las llamadas constituciones progresistas estuvieron en vigor 23 años.

Es importante señalar también que hasta la Constitución de 1978 los textos anteriores respondieron  más a los intereses de las clases dirigentes en el poder que a las necesidades reales de los españoles. Es decir, existió un divorcio entre una minoría intelectual y el pueblo. Durante el recorrido podemos observar en los diferentes paneles   las   distintas concepciones existentes ante aspectos tales como la soberanía y el modelo de Estado.

Así podemos hablar de constituciones progresistas, donde se proclama que la soberanía reside en la Nación. Es el caso de las de 1812, 1837,1856, 1869 y 1931.

Y  otras,  sin  embargo,  conservadoras,  donde  se  establece  una  soberanía  compartida entre las cortes y el rey, fruto del llamado «liberalismo doctrinario». Estas serían el Estatuto Real de 1834, la Constitución de 1845 y 1876. Por último, llegamos a la Constitución de 1978, que cuenta entre sus logros el ser fruto de  un  consenso  político,  muy  presente  en  la  sociedad  española  tras  la  muerte  del dictador Francisco Franco.