El colectivo de enfermos renales de Talavera, conformado por 90 personas que reciben en estos momentos tratamiento de hemodiálisis en una clínica concertada, tiene previsto remitir la próxima semana al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) una carta solicitando la instalación en el Hospital General Nuestra Señora del Prado de la ciudad de al menos cuatro máquinas adaptadas a los procedimientos a los que se ven sometidos para paliar los efectos de su enfermedad.

Según explicó ayer en rueda de prensa el portavoz del referido grupo, Juan Carlos Real, lo que quieren es que el centro hospitalario talaverano esté preparado por si algún enfermo ha de ser ingresado allí y, por tanto, ha de continuar recibiendo sus sesiones de hemodiálisis mientras está internado. Sobre este punto, Real señaló que en estos momentos los afectados que precisen hospitalización durante varios días tienen que ser trasladados a Toledo, ya que las dependencias hospitalarias de la capital si cuentan con los equipos adecuados para mantener los tratamientos.

Al respecto, subrayó que esto supone un trastorno y unos gastos añadidos a los familiares del enfermo, debido a que sus acompañantes han de pernoctar en Toledo y han de pagarse la manutención.

El portavoz de los afectados concretó que en esta situación están enfermos tanto de Talavera como de otras poblaciones de la comarca, los cuales han de acudir tres veces por semana durante dos horas cada día a la clínica de hemodiálisis que está situada en la calle San Clemente. «Si mientras recibimos el tratamiento nos da un mareo por culpa de una baja de tensión y han de llevarnos al Hospital, puede darse el caso de que si hemos de estar hospitalizados durante varios días nos veamos ante la posibilidad de ser trasladados a Toledo si queremos seguir con nuestras sesiones, ya que en Talavera no hay máquinas», concluyó José María Real, quien además apostilló que su demanda es «justa».