Mario dice que no agredió al línea y el Villacañas recurre su sanción

J. Mario Loeches
-

El futbolista ha hablado con compañeros del Villa de Carranque, el rival, y están dispuesto a declarar que así fue, mientras desde el club defienden que su futbolista nunca fue expulsado

La sanción de diez encuentros al jugador del CD Villacañas Mario Sánchez Martín-Benito ha caído como un jarro de agua fría en el club y en el propio futbolista. Este castigo impuesto por el Juez Único de Competición de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha tras el choque en casa del Villa de Carranque de la pasada jornada ha llevado a la entidad rojilla a presentar un recurso «por defectos de forma», como reconoce su presidente, Toribio Santos. Y es que, en el acta del encuentro, el colegiado, Fernández Manzaneque, nunca reflejó que Mario fuera expulsado, sólo una tarjeta amarilla en el minuto 90.

Como relata el propio mandatario, «le sustituyeron y estaba en el banquillo, pero nunca vio cartulina roja ni nada, así que no entendemos lo que sucedió», cuando en el escrito de sanciones sí que se apunta a que el jugador resultó expulsado por por protestar de forma ostensible o insistente al árbitro o a sus asistentes. Sobre la posterior supuesta agresión, Santos dice que no vio nada y que «el árbitro no se lo va a inventar», pero también revela que Mario «no para de llorar y de jurar que él no agredió a nadie».

De hecho, el futbolista escribió una carta a La Tribuna de Toledo en la que se defiende de lo que cuenta el colegiado y que le ha llevado a recibir diez partidos de sanción. «Soy un chico de 20 años recién cumplidos al que le mueven otros intereses que los de buscar trifulcas y resultar polémico para los árbitros», comienza diciendo para luego asegurar que «no existió la más mínima agresión por mi parte hacie el línea y que, por tanto, éste miente rotundamente en el acta». Es más, Mario Sánchez contactó con varios integrantes de la plantilla del Villa de Carranque y «se quedaron perplejos», sostiene, al tiempo que reconoce que le mostraron su apoyo «ofreciéndome sus testimonios en el caso de que fueran necesarios».

En cualquier caso, el jugador del Villacañas sí asume que pecó «de inexperiencia porque no debí entrar en su juego de provocaciones» y que «fallé en las formas», incluso, «me pude mostrar desafiante, aunque en ningún momento le falté al respeto como él me lo faltó a mí», en referencia al asistente del colegiado. Pide disculpas «si lo interpretó así» e informa de que es la primera expulsión en su carrera, «aunque nunca me la hubiera imaginado así», considerando que «esta injusta decisión me ha provocado mucho daño porque para mí este deporte es mi pasión, mis ganas de vivir». Por último, lamenta no poder «ayudar a mis compañeros a conseguir los ansiados ‘play off’ de ascenso», para pedir después «justicia y algo de empatía para un joven al que le acaban de destrozar su principal motivación.