Un mar de amianto sobre el Polígono

J. M. | TOLEDO
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Podemos señala que a escasos metros de las viviendas existe una «zona cero» de un desastre mediambiental

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Por el camino de tierra que conduce a la finca Calabazas Alta, asoman con creciente frecuencia enormes tuberías de fibrocemento, algunas de hasta dos metros, rotas, partidas por la mitad, desgastadas, erosionadas. Al llegar allí, casi se pueden tocar las primeras viviendas del Polígono, sobre una loma, a escasos trescientos metros. Debajo, el arroyo Ramabujas está totalmente circundado por trozos de amianto. Algunos son tubos, también deshechos, degradados; otros son polvo blanco de fibrocemento, acumulados y prensados. El cauce de agua, dicen los que conocen la zona, ha cambiado de curso a consecuencia de la acumulación de amianto. Porque estamos pisando sobre toneladas de amianto. De vez en cuando, asoma un hueco en el suelo, como una pequeña caverna, una tubería rota, que evidencia de lo que está hecho el subsuelo. Detrás, una enorme montaña de fibrocemento por la que también asoma algún tubo, pero que sobre todo alarma por el polvo blanco, mezclado con tierra.

Hasta la finca de Calabazas Alta se desplazaron ayer miembros de Podemos Toledo para mostrar las toneladas de amianto enterradas a escasos metros del Polígono residencial y pedir una solución a las administraciones. Es, en palabras de Alfredo Díaz Cardiel, secretario general de Podemos en Toledo, «la zona cero de un desastre medioambiental con riesgo para la salud de las personas». Díaz Cardiel señala a su alrededor, advierte que «estamos sobre toneladas de amianto, en una zona muy extensa», mientras recuerda que este material cancerígeno se prohibió en España en 2002.

Sin embargo, unos años antes la cercana fábrica de Ibertubo, en previsión de lo que pudiera pasar, comenzó ya a hacer los vertidos del material. Unos vertidos que poco a poco han ido alarmando a los vecinos del entorno, que los pueden ver a simple vista. Hasta que la Asociación de Vecinos El Tajo, recordó Damián Villegas, portavoz de Podemos, comenzó la lucha contra «este vertido escandaloso», en colaboración con otros colectivos como la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, Ecologistas en Acción o Izquierda Unida, que también han colaborado para «al menos poner voz a este escándalo».

No se sabe con exactitud cuándo, ni como se produjeron los vertidos. Villegas supone que comenzarían hacia 2000, y quizás por medio de algún tipo de acuerdo con los antiguos propietarios, puede que a cambio de dinero. Desde entonces, han sido muchas las voces que han protestado por esta situación, «pero ninguna de las administraciones implicadas ha hecho realmente nada por solucionarlo; no sólo han mostrado indiferencia, sino incluso, rechazo a la gente que protestaba por la situación». Todo ello, hasta que la Asociación de Vecinos y Ecologistas en Acción, Plataforma en Defensa del Tajo e IU presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de Medio Ambiente para que investigue los vertidos.