Una cálida bienvenida

L. Morán
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La procesión de los ramos y la de la borriquita marcaron ayer el inicio de las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa en Talavera

Un momento de la procesión, con el paso de la borriquita en los Jardines del Prado, donde se agolparon miles de talaveranos para seguir la comitiva. - Foto: Peña

Las celebraciones litúrgicas de Semana Santa se iniciaron ayer con una cálida bienvenida por parte de los talaveranos. Fieles a la cita del Domingo de Ramos, miles de feligreses se acercaron hasta la Basílica y a los Jardines del Prado para participar en la bendición de los ramos que tuvo lugar en el pórtico del templo. Tras este ritual, se desarrolló la procesión de las palmas y los ramos por los jardines y a continuación la misa presidida por el obispo auxiliar de la diócesis de Toledo, Ángel Fernández Collado, como es habitual en los últimos años.

En esta calurosa mañana tuvo lugar también la procesión de la borriquita, protagonizada por los hermanos de la Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, si bien son los niños cofrades los que adquieren siempre el protagonismo en este acto.

Son los encargados de dar colorido a esta procesión, a la que se suman niños de otras cofradías talaveranas, como es el caso de las del Santísimo Cristo de la Espina, del Santo Sepulcro y de la Virgen de la Soledad, de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Nuestra Señora de los Dolores, de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, de la Cruz de los Alfareros y de Jesús Resucitado. Se sumó incluso a la comitiva un niño de la Cofradía de la borriquita de Jaén.

Un grupo de niños de la Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén fue encargado de portar sobre unas pequeñas andas una imagen del Niño Jesús, obra del belenista e imaginero José Luis Mayo.

El paso de la borriquita con Jesús sentado en su lomo salió por la puerta principal de la Basílica cargado por los costaleros, arrodillados, entre aplausos y el tradicional Himno de España, a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Nuestro Padre Jesús Cautivo’.

Entre los costaleros se encontraba el padre de Ainara, una niña de dos meses de edad que acudía ayer por vez primera a esta cita, ataviada con la vestimenta propia de esta cofradía, portada de manera cariñosa en brazos de su abuelo.

Para el padre de esta joven cofrade y para el resto de costaleros tuvo unas palabras de aliento el capataz de la imagen de la Verónica de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santiago Pérez, quien, a través de los nuevos respiradores de madera del paso, quiso lanzarles un mensaje de ánimo en plena procesión.

Las fuerzas no flaquearon y la procesión culminó con éxito su periplo por los Jardines del Prado, por donde discurrió rodeando el estanque de los patos, la fuente de las ranas y la rotonda del laurel para regresar de nuevo al interior de la Basílica, arropada por numerosos talaveranos.