Echan el cierre a la piscina tras la renuncia de la última adjudicataria

J.F.
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Para mantenerla abierta requería al Ayuntamiento un montante de cerca de 100.000 euros para salvar el ejercicio, cantidad inasumible

El Ayuntamiento de Borox se ha visto obligado a cerrar las instalaciones de la piscina cubierta después de que la empresa que la estaba gestionando haya puesto punto y final al contrato al no poder sufragar los gastos de mantenimiento. La rescisión del mismo se aprobó en el Pleno municipal celebrado en la tarde del pasado miércoles, tal y como avanzó a este diario el alcalde, Emilio Ramón Lozano.

Después de un total de tres empresas adjudicatarias, que igualmente tuvieron que abandonar la gestión ante la falta de beneficios de las instalaciones y diferentes interrupciones del servicio, el pasado mes de septiembre se adjudicaba de nuevo la piscina cubierta. Para captar usuarios, la nueva empresa dispuso unos precios bastante razonables, de forma que logró que se apuntaran en torno a 400 personas.

Sin embargo, y ante esas tarifas, esa cifra no era suficiente para poder amortizar el gasto que genera el servicio, así que para mantenerse en la gestión, la adjudicataria solicitaba al Consistorio una aportación cercana a los 100.000 euros para salvar el ejercicio, una cantidad del todo inasumible para las arcas municipales, como indicó Lozano.

Por tanto, la decisión del equipo de Gobierno no ha podido ser otra que el cierre mientras se busca un uso alternativo de las instalaciones. En este sentido, el regidor municipal comentó que se está en conversaciones con la Diputación para ver si, a través de la Institución provincial, se le puede dar uso, para la celebración de cursos de socorrismo, programas de ejercicios para las personas mayores de la provincia, etc.

No obstante, de no lograrse un acuerdo, la idea que baraja el equipo de Lozano pasa por cerrar el vaso y reconvertir la piscina en unas instalaciones deportivas, a fin de que al menos se les pueda dar un rendimiento a las dependencias.

Lozano explicó que la piscina cubierta de Borox se construyó en base a un convenio con un promotor por el cual éste construía la piscina y el Ayuntamiento recalificaba terrenos a incluir en el Plan de Ordenación Municipal que posteriormente el constructor pudiera desarrollar. Sin embargo, las pretensiones del documento no contaron con el beneplácito de la Junta, que lo echó para atrás.

Posteriormente, la empresa entró en concurso de acreedores y solicitó al Ayuntamiento la nada desdeñable cuantía de cuatro millones de euros por la inversión realizada y que no se vio recompensada según lo previsto. A este respecto, Lozano señaló «en la sala concursal lo hemos salvado», pero no se descarta que la empresa acuda al contencioso-administrativo para reclamar de nuevo los cuatro millones. «Era una obra faraónica que no era para Borox, aunque es una pena tener que cerrarlo», dijo el alcalde.

Miguel Ángel Guerrero dará nombre al campo de fútbol.

Además de aprobar la modificación de la ordenanza fiscal reguladora de la tasa de documentos que expida la Administración local, el Pleno de Borox dio luz verde al cambio de denominación del campo de fútbol municipal, que pasa de llamarse tal cual a ‘Campo municipal Miguel Ángel Guerrero’, el delantero del Sporting de Gijón natural del municipio borojano.

El alcalde, Emilio Ramón Lozano, recordó que este joven miembro de la junta directiva de la Escuela de Fútbol Municipal, además de formar parte activa durante los meses de verano de los campamentos de fútbol que se desarrollan en la localidad.

De esta forma, el Ayuntamiento reconoce a uno de sus vecinos que más logros está cosechando en el terreno deportivo.