La Justicia rumana pone fin a los escollos legales para extraditar a Sergio Morate

D.G. / EP / Cuenca
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La Alta Corte de Casación de Bucarest acordó ayer desestimar «por infundado» el recurso de la defensa y da luz verde a su traslado ya que contra esta decisión no cabe la posibilidad de reclamar

El camino de obstáculos que la defensa de Sergio Morate en Rumanía había preparado para dilatar al máximo posible su llegada a España ha llegado a su fin. Ayer la Justicia de ese país desestimaba el último recurso y daba, de forma ya definitiva, vía libre a la extradición tras varias semanas detenido en la localidad de Lugoj.

Según informaron fuentes judiciales de la Alta Corte de Casación y Justicia de Rumanía a La Tribuna, el recurso presentado por Claudia Candea en nombre de Sergio Morate fue «desestimado por infundado». Una decisión que ayer le comunicaron al detenido en persona ya que previamente fue trasladado desde su lugar de detención.

La celebración de la vista comenzó ayer a las ocho de la mañana y duró aproximadamente una hora. En su declaración ante el juez, Morate habría ratificado una vez más su inocencia por la falta de pruebas en su contra. Del mismo modo, trasladó la los jueces rumanos su negativa a ser trasladado a España por seguridad al asegurar que teme por su vida y que ha recibido amenazas por parte de las familias de las jóvenes asesinadas.

Los jueces, Dragomir Ilie Iulian, Vasile Francisca y Selaru Valentin Horia, tras escuchar los argumentos de la defensa del detenido se retiraron a deliberar. Poco después de las 16:30 el tribunal comunicó su decisión; «desestimado por infundado el recurso de casación».

Tres semanas de espera.

La decisión del máximo órgano de la Justicia rumana llega tres semanas después de la detención de Sergio Morate a petición de la policía española como presunto autor del doble crimen de Marina Okarynska y su amiga Laura del Hoyo.

La resolución judicial sobre el recurso que la abogada defensora del acusado presentó en Timisoara es definitiva ya que sobre ella no cabe la posibilidad de seguir recurriendo. Esta decisión corrobora la que la semana pasada adoptó la Corte de Timisoara que acordaba aceptar la petición del juzgado número 2 de Cuenca para su extradición.

En ambas ocasiones los magistrados rumanos han entendido que debe ser labor de sus homólogos en España los que deben decidir sobre la culpabilidad o no del, por ahora, principal sospechoso de dos delitos de asesinato.

Junto a Morate fue detenido su amigo Istvan Horvath que quedó en libertad con cargos acusado de un delito de encubrimiento al entender que ayudó a Morate a eludir la orden de detención europea. Unos delitos en los que el español no está imputado para no entorpecer su proceso de extradición.