Las partes coinciden en la «sencillez» de la operación al compartir «valores esenciales»

E.R.J. / LT / Albacete
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Poco antes de la comparecencia del presidente y el director general de Globalcaja en Albacete, la otra parte implicada en la operación emitía un comunicado en el que argumentaba la venta de las 18 oficinas en que, con ella, BMN «prosigue con su estrategia de focalizar el negocio principal en las áreas territoriales en las que tiene mayor presencia», entre las que citó directamente «Andalucía oriental, Murcia y Levante y Baleares».

En estas zonas, la entidad cuenta con un mayor potencial de crecimiento y es en las que prevé «incrementar su presencia, reforzando su actividad financiera», dirigida fundamentalmente a particulares, pymes y autónomos, y profundizando en su compromiso e implicación en el desarrollo económico territorial. El banco señala que tanto BMN como Globalcaja comparten «valores esenciales» como la cercanía y el conocimiento del cliente, lo que ha permitido alcanzar este acuerdo y garantizar una relación personal y de cercanía de los clientes de BMN en Globalcaja.

A esos 30.000 clientes que operaban con la antigua Caja Murcia y que ahora serán de Globalcaja se dirigía el presidente, Higinio Olivares, para decirles que «pueden estar contentos porque vamos a estar ayudándoles y apoyándoles». De esa buena sintonía hablaba también el director general, que concretaba que el éxito de la operación se ha basado en la coincidencia de tres condiciones: «la posibilidad de que se pudiera hacer; la capacidad, tanto financiera como técnica, y la voluntad, que  era firme», dijo. «Seguiremos trabajando por engrandecer esta tierra y que el futuro sea mejor que el pasado», concluyó.