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La ausencia de uso de las dársenas del remonte mecánico de Safont disgusta a los conductores de autobuses turísticos que llegan a Toledo, dado que ellos preferirían descargar a los viajeros a los pies del Miradero, en la zona de la ronda del Granadal, en lugar de subir hasta Gerardo Lobo o hasta Zocodover, como ha ocurrido durante las últimas semanas.
Y es que, los autobuses turísticos volvieron ayer a Gerardo Lobo, tras las obras de mejora en la calle, y después de que el Ayuntamiento mantenga cerradas las dársenas, 20 días después de la inauguración oficial del remonte.
Los profesionales del sector consultados por este periódico consideran que con su utilización se descongestionaría de vehículos la zona de Bisagra, evitando algunas retenciones, y sería más cómodo para ellos.
Además, sostienen que los visitantes se encontrarían con una imagen mejor al llegar a Toledo. Es decir, con la modernidad de la entrada del remonte en lugar de con la calle de Gerardo Lobo, que aunque ahora presenta una mejor imagen, se encuentra en tierra de nadie en la ciudad.
Cosa diferente es lo que prefieran los touroperadores o los guías oficiales de turismo, con los que Perezagua dijo hace unos días que iba a negociar dónde descargar a los turistas.
Respecto a la intervención en Gerardo Lobo, ha consistorio en eliminar uno de los tres carriles actuales para dotar de más espacio a los peatones, con la ampliación de la acera. También se ha habilitado un pequeño espacio ajardinado para embellecer el conjunto.
Asimismo, el Ayuntamiento ha mejorado la zona de los aparcamientos, aunque sin eliminar ni reducir las 30 plazas, que continuarán reservadas para residentes.
El edil de Gestión de los Servicios, Gabriel González, presentó hace unos meses el proyecto y recordó que Gerardo Lobo se convertirá en un área estratégica para la ciudad, una vez finalizada la obra del remonte mecánico de Safont, que derivará en una menor circulación de autocares por el Casco histórico. El edil hizo estas declaraciones acompañado por el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page.