Haciendo migas con la Navidad

J.A.J.
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Unos 13 grupos participaron en el tradicional concurso de elaboración de migas en Toledo. Esta sabrosa cita congregó a un gran número de toledanos en el Paseo de Recaredo

Unos 13 grupos participaron en el tradicional concurso de elaboración de migas en el paseo de Recaredo. - Foto: Yolanda Redondo

Es muy lógico que en la lengua castellana se haya consolidado la expresión de que varias personas ‘han hecho migas’ como equivalente a que han entablado amistad. El típico plato energético a la par de barato que en tiempos sostenía a los pastores para soportar las largas horas de caminata en el campo tras sus rebaños ha sobrevivido a la disminución de lo rural para confirmarse como uno de los platos simbólicos de la gastronomía de Castilla-La Mancha. Y no lo ha hecho desde la gran cocina, sino desde las fogatas de pueblo en torno a las cuales familias y amigos se coordinan en armonía para disfrutar del sabor del pan duro debidamente guisado en aceite de oliva con su pimiento choricero, su panceta y chorizo, sus uvas blancas, y otros ingredientes particulares que permiten diferenciar lo que sale de una sartén y de otra. Hace tiempo que la urbana Toledo se hizo depositaria de este elemento del recetario campesino incluyendo las migas en su oferta culinaria. Ytambién en la social, gracias a la costumbre de ofrecer degustaciones populares de este plato desde distintas instituciones y colectivos de la ciudad cuando se acerca la Navidad, época que es sinónima de amistad entre tantas cosas positivas.

Debido a la cambiante climatología, que hace una semana obligó a suspender su celebración en la fecha tradicionalmente prevista por lluvias, este año el tradicional concurso de elaboración de migas organizado por el Ayuntamiento de Toledo se efectuaba este domingo, más cerca que en otras ocasiones de la emblemática fecha de la Nochebuena. Esto tuvo un efecto negativo, al reducirse los participantes de los 20 grupos inicialmente previstos a 13 debido a los compromisos ineludibles que muchos ya tienen en estas fechas, pero otro positivo, como fue  el mayor empaque festivo que presentó la cita. En torno a las 13 hogueras, alimentadas con la habitual leña de encina, el afán de cocinar se combinaba con el jolgorio del cantar de los villancicos, sin faltar los instrumentos que dan banda sonora a estos alegres cánticos como las panderetas y las zambombas. A este celebración de la inminente Navidad se sumaron muchos toledanos, chicos y grandes, que se acogieron al calor del fuego y la humanidad reunidos en el Paseo de Recaredo, lugar de la cita.

La mañana de niebla dejó paso a un agradable mediodía de paseo, amenizado por la Batukada ‘Kekunka’, en el que entre los toledanos de a pie paseaban autoridades locales como la alcaldesa, Milagros Tolón (PSOE), su principal contrincante en las próximas elecciones municipales, la edil del PP Claudia Alonso; o la concejala de Participación Ciudadana, Helena Galán (Ganemos).

Ruth Padilla y sus amigos cocinan la mejor sartén.

A eso de la una y cuarto del mediodía, un Jurado compuesto por concejales, profesionales de la hostelería, miembros de la Federación de las Asociaciones de Vecinos y la directora del Parque Comercial de La Abadía, patrocinadora del evento, comenzó a degustar cada sartén. La presidenta del Jurado, la concejala de Festejos Maite Puig, reconocía antes de empezar la cata que determinar cuales eran las mejoras migas no es una ciencia exacta, aunque todos los degustadores buscaran el objetivo común de reconocer el mejor plato.

«Es bueno que contemos con profesionales cocineros y hosteleros, que son los que saben valorar más cómo deben ser unas migas bien realizadas. Cada uno tiene sus gustos, a mí me gusta mejor con menos aderezos pero hay quien valora la variedad de ingredientes», comentaba la edil.

Ya tras el recorrido, se determinó que las mejores migas fueron las confeccionadas por Ruth Padilla y sus amigos. El segundo premio correspondió a la asociación Fotografiando Toledo, el tercero al grupo capitaneado por Iván Barbero González, el cuarto al grupo ‘Las últimas de Filipinas’, y el quinto a Míriam Mejías y sus amigos.

Todos ellos recibieron un trofeo y un lote de productos y cheques regalo de mayor a menor cuantía, a cuenta del Parque Comercial. Los demás grupos participantes recibieron como obsequio una botella de vino de la prestigiosa bodega Martúe, ubicada en La Guardia.

La concejala Puig ensalzaba este certamen gastronómico y las típicas migas como uno de los hitos de la Navidad en Toledo. «Todos los días vamos visitando a distintas entidades y colectivos en torno a una tradición muy toledana, la del plato de migas. Y desde la semana pasada hasta Reyes no hay día en que no tengamos que ir a un sitio donde reparten migas, donde podemos saludarnos toda la gente y poder saborear un plato que tanto nos gusta a los toledanos», señalaba la corporativa sobre esta comida apetitosa a la par de amistosa.