Derrota del CD Toledo en un partido en el que los de Josip Visnjic apenas pudieron probar al guardameta local en el envite. Segunda consecutiva para los verdes en Liga, tercera si se cuenta también la de Copa del Rey ante el Huesca, tras un duelo donde el equipo capitalino fue de más a menos conforme avanzaron los minutos. Al final, un tanto del zaguero del Tudelano, Jesús Lalaguna, a veinte minutos del final, fue más que suficiente para dinamitar las ilusiones del conjunto castellano de hacerse con algún botín en tierras navarras.

En los primeros minutos de la contienda, el CD Toledo se convirtió en el dueño del esférico, teniendo la posesión del balón, pero muy lejos del área tudelana. Pasaban los minutos y los locales tenían paciencia ante un rival que poco peligro les creó a su defensa a pesar de manejar la pelota.

Mientras tanto, el Tudelano lo intentaba con incursiones por ambas bandas y en jugadas a balón parado, pero las ocasiones no conseguían acabar en el gol que tanto buscaban ambos equipos para inclinar la balanza de su lado. De hecho, las defensas se estaban imponiendo con claridad a dos ataques excesivamente lentos en los metros decisivos.

Con muchos jugadores siempre por detrás del balón, ni unos ni otros fueron capaces de sorprender al adversario en un encuentro que se estaba tornando plomizo, con pocos alicientes para los espectadores. De hecho, una de las circunstancias más reseñable se dio en el minuto 26, cuando tuvo que ser retirado Barranco y el entrenador serbio dio entrada en el campo a Aitor García, un hombre específico para la banda.

Poco más que contar en una primera parte aburrida por parte de los dos conjuntos en la que el CD Toledo tuvo la posesión, pero nada más que eso. Los verdes movieron bien el esférico, pero al llegar a los tres cuartos de campo no hallaron ese pase entre líneas o esa entrada por bandas para romper la seguridad defensiva de los navarros, a los que tampoco se veía demasiado incómodos con el desarrollo del partido.

Una marcha más. En la segunda mitad, el Tudelano salió más enchufado, con una marcha más que en la primera parte, ya que el entrenador local Manix Mandiola quitó a un hombre del centro del campo como Azpilicueta para dar entrada a un futbolista con una vocación más ofensiva, un Lucho que le dio un nuevo aire a los ribereños.

Al minuto apenas de comenzar la segunda parte, el delantero local Álex Sánchez se internó con velocidad en el área del CD Toledo, pero Manolo realizó una intervención magistral para evitar el primero de la tarde para el Tudelano. Era la primera oportunidad clara.

Los locales aprovecharon la velocidad de sus arietes para hacer daño al CD Toledo, ya que David Martín y Álex Sánchez fueron los jugadores más peligrosos del equipo que entrena Mandiola. De hecho, volvieron a poner en aprietos a Manolo antes de que se llegara al minuto fatídico para los capitalinos.

Y es que el Tudelano seguía a su ritmo, con paciencia y esperando una oportunidad que finalmente llegó en el minuto 69. De nuevo a balón parado el CD Toledo se vio superado, en su área, después de un remate a la red de Lalaguna para abrir el marcador. Fue Una jugada de estrategia donde el central de los navarros fue el más listo para remachar a las mallas sin que Manolo pudiera hacer nada por evitar el tanto.

En el minuto 73, y ya con el marcador en contra, Josip Visnjic dio entrada al terreno de juego a Megías y Aarón Bueno, cosa que no cambió en exceso el ritmo de partido, ya que el CD Toledo no consiguió dar dos pases seguidos en zonas de influencia y no se acercó al área rival con demasiado peligro. Sorribas y Eizmendi se iban a la caseta en su lugar.

En los minutos finales, el equipo local pudo ampliar el marcador por mediación de Lucho, pero una vez más el arquero Manolo salvó a su equipo con una gran parada. El CD Toledo se volcó a la desesperada, dejando muchos huecos en la zona de zagueros que pudieron haber sido explotados por los contragolpes del Tudelano para poner su broche al encuentro con un segundo gol.

Los ataques visitantes se estrellaron irremediablemente con la seguridad de una defensa que ha comenzado muy firme en los partidos de casa, al menos. Los dos centrales y el cancerbero Pagola fueron una muralla y en especial por arriba, sin perder jamás la colocación. Un muro infranqueable para un CD Toledo que encadena su tercera derrota consecutiva y debe buscar remedio.