Una repetición con enfado y paciencia

SPC
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Alrededor de 4.500 estudiantes extremeños regresan a las aulas para realizar por segunda vez varias pruebas de acceso a la Universidad tras la filtración de exámenes detectada en la convocatoria ordinaria

Incredulidad, resignación, enfado y mucha paciencia. Esos eran los sentimientos de los más de 4.500 estudiantes extremeños que tuvieron que regresar ayer a las aulas para repetir las distintas evaluaciones de acceso a la Universidad (EvAU) tras la filtración de los exámenes de la pasada semana.

El perjuicio generado, la dimisión de dos responsables académicos por lo ocurrido y el miedo o la oportunidad, según lo vea cada uno, de afrontar de nuevo las pruebas, fue lo más comentado por los estudiantes.

Centros de Badajoz, Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Mérida, Don Benito, Villanueva de la Serena y Zafra fueron testigos de la repetición de los exámenes de Matemáticas, Latín, Fundamentos del Arte, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales, Geología, Griego y Diseño.

Minutos antes de entrar a las salas de exámenes, la mayoría de los alumnos mostraron su «resignación». «No tenemos más alternativa que repetir las pruebas por mucho que nos duela», afirmaba un estudiante en la sede universitaria de Mérida.

En Plasencia, un joven de Baños de Montemayor, Pablo de la Mata, calificó de «injusto» repetir las pruebas, pues «la culpa no es nuestra, sino de la Universidad». «Las dimisiones ni nos van ni nos vienen, pues quienes estamos hoy aquí somos nosotros, los estudiantes», añadió.

El vicerrector de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Extremadura (UEx), Ciro Pérez, y el presidente del Tribunal de Selectividad, Javier Benítez, presentaron el pasado lunes su dimisión «al asumir sus responsabilidades» por la filtración de los exámenes.

Otros, por contra, alabaron el «gesto» de estas dos dimisiones, si bien añadieron que «era lo mínimo» que se esperaba de la UEx.

Manuel Vázquez, un estudiante de Santa Marta de los Barros (Badajoz) y que se examinaba de Latín, indicó que «la solución podría haber sido otra», pues «la Universidad sabe quién y quiénes lograron acceder a los exámenes».

«A ver si se acaba la EvAU de una puñetera vez, que ya está bien», afirmó un enfadado estudiante en Mérida, donde algunos alumnos afrontaban la repetición de la prueba con «miedo» a que les saliera peor que en la anterior, y otros como «una nueva oportunidad que el destino informático nos ha deparado».