«Todavía hay mucho silencio en la sociedad sobre la violencia de género»

M.G./Toledo
-

Los portavoces de la Asociación de Hombres por la Igualdad, Javier Covarrubias y Fernando Almodóvar, explican las iniciativas del colectivo en la lucha contra la violencia de género

«Todavía hay mucho silencio en la sociedad sobre la violencia de género» - Foto: Víctor Ballesteros

La igualdad también es cosa de hombres. Esta frase es una de las más repetidas en la Asociación de Hombres por la Igualdad (Ahige). Ellos saben que no son perfectos y que repiten todavía roles machistas aprendidos y heredados de la cultura patriarcal, pero los hombres del colectivo se esfuerzan y trabajan para combatir el machismo y equilibrar la balanza de la igualdad.

Ahige celebró ayer una rueda de hombres este lunes en Zocodover, una iniciativa más para denunciar que ‘el silencio nos hace cómplices’, como dice el eslogan. ¿Creen que estamos demasiado callados en relación a la violencia de género?

Fernando Almodóvar: Hay mucho silencio en la sociedad en su conjunto desde hace mucho tiempo y parece que nos conformamos con lo que nos encontramos. Además, las iniciativas se han ralentizado mucho y en los últimos diez años estamos funcionando a cámara lenta, con un ritmo permanente de avance y marcha atrás en el tema de la violencia.

Javier Covarrubias: En los últimos años se ha avanzado en identificar la violencia de género física, las más cruda, pero también existen otros tipos basados en los micromachismos diarios, esos controles que, en muchas ocasiones, las mujeres no saben que los sufren ni los hombres que los ejercen. Todavía la mayoría de los hombres nos callamos y no nos posicionamos porque pensamos que nosotros no estamos reproduciendo la violencia y que no tenemos que hacer nada más. Así que es necesario que las administraciones amplíen el enfoque y trabajen con los maltratadores, siempre que no se quiten recursos para las mujeres.

¿Está afectando la crisis y los distintos ajustes presupuestarios a los recursos y los proyectos destinados a combatir la violencia de género?

J.C:En prevención y sensibilización contra la violencia de género se ha recortado mucho aunque siga habiendo partidas. Además, Ahige quiere que se trabaje con los hombres porque el maltrato lo ejerce fundamentalmente el hombre y, muchas veces, esa conducta es sutil y no se percibe. Los hombres nos tenemos que reciclar y visibilizar que estamos en contra de la violencia de género. Por eso, Ahige trabaja para denunciar esta problemática y para atraer a otros hombres a que se sumen al colectivo.

F.A: Se supone que en estos tiempos toda la sociedad, hombres incluidos, está en contra de la violencia de género y de cualquier otra manifestación de la desigualdad, pero el hecho de que se sigan produciendo episodios demuestra que  la tarea continúa pendiente. Y los resultados se resienten si los poderes públicos reducen el apoyo a la mínima expresión.

Faltan pocos meses para que la Ley Integral contra la Violencia de Género cumpla una década. ¿Es necesaria alguna modificación?

F.A: El problema no está en la ley, sino en la puesta en marcha de medios para la anticipación y la prevención. Las herramientas facilitan, pero no podemos esperar que con un cambio en la ley se rectifiquen las cosas porque hay que proporcionar los medios adecuados.

J.C: La ley tiene que ir acompañada de un buen presupuesto económico y es necesario implicar a personas y medios técnicos, humanos y económicos. La ley se puede revisar, pero que exista es un paso muy grande para un país y España somos pioneros.

Pero en el ámbito judicial se echa en falta una modificación para evitar que el proceso termine, en muchos casos, cuando la denunciante se retira del proceso por una cuestión de dependencia hacia el agresor.

J. C: El proceso se inicia y eso es un logro a pesar de lo que la denunciante haga después, porque antes no ocurría lo mismo y las víctimas no acudían al juzgado. En cambio, ahora hasta las fuerzas de seguridad cuentan con un protocolo. Sin embargo, hay que entender que una mujer maltratada se encuentra en la peor fase por la dependencia emocional y económica y por el miedo, así que le resulta muy complicado salir de esta situación.

F.A: A veces, da la sensación de que este tipo de valoraciones aparentemente técnicas tienen el efecto de responsabilizar a la víctima de lo que le ha ocurrido. También parece, en algunos casos, que se quiere evitar la responsabilidad que tiene el sistema penal. Quizá habría que preguntarse si tienen que atender a las víctimas de otra manera para que estas cosas no sucedan y si los tribunales deberían contar con el apoyo de las entidades sociales.

Las estadísticas judiciales revelan que está creciendo la violencia de género entre menores, una situación que preocupa en los juzgados desde hace tiempo.

J.C: En Ahige tenemos programas especiales destinados a los jóvenes en los que se aprende que el machismo hace mucho daño a los hombres porque se nos encorseta en un rol. Y trabajamos con los jóvenes porque están muy influenciados por los medios de comunicación y por los familiares y los amigos. Además, suelen estar bien vistos los celos y el control y a las jóvenes les cuesta mucho identificar los micromachismos.

F.A: Además, está presente ese modelo de amor romántico basado en el poder, en el predominio y en la supremacía... Y este modelo es muy destructivo.

¿La crisis económica está jugando un importante papel en favor de la desigualdad?

J.C: Totalmente, sobre todo, en el ámbito laboral porque se está despidiendo más a la mujer, se le ofrecen trabajos más precarios y en las empresas se plantean destinarlas a otras regiones porque saben que no pueden trasladarse con la familia y dejarán el trabajo. Además, hay muchas mujeres que no se separan por las condiciones económicas. Y encima las administraciones han recortado en igualdad.

¿Qué les sugiere que haya menos del 12%de mujeres en los consejos de administración de las empresas?

J.C:Una discriminación total porque la Ley de Igualdad dice que en los consejos de administración tiene que darse una proporción del 60 y el 40% de hombres y mujeres respectivamente. No está dentro de la legalidad y no es entendible porque en las universidades hay mayor número de mujeres licenciadas y no es justo que no alcancen esos puestos directivos. Y mientras las empresas no se lo crean no hacemos nada.

En agosto se aprobó el anteproyecto de ley de para la custodia compartida, un texto que ha generado una intensa polémica entre las asociaciones que defienden este modelo porque aseguran que con esta reforma se avanza poco y se vende humo.

F.A: Siempre ha existido la posibilidad de la custodia compartida en los casos en los que resulta adecuada, así que no se necesitaba una modificación porque se entendía que cuando no se determinaba era porque no quedaba acreditado que alguno de los dos miembros de la pareja cumplía bien con sus funciones. ¿Se va a obligar a la custodia compartida en una situación de desequilibrio porque lo dice la ley? Probablemente, sea un factor de conflictividad en las familias y ayude a incrementar el grado de violencia en estas situaciones y las repercusiones en los menores.

J.C: Antes de la separación los progenitores tienen que acreditar que ha habido una implicación, hay que velar por los derechos del menor y comprobar que no hay violencia de género, ni ningún tipo de abuso. Es un tema complejo y siempre hay que mirar por el bien del menor.  Pero existen colectivos feministas que no quieren la custodia compartida y otros de padres separados que la piden a gritos, aunque, en muchos casos, se esconde cierto revanchismo.