EL SECRETO DE SAGRARIO

J.F.
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Mucho esfuerzo le ha costado a la alcaldesa de Guadamur, Sagrario Gutiérrez, no hacer público el hallazgo del que ella misma era protagonista el pasado mes de octubre, cuando realizaba labores de ayuda al personal que se encontraba trabajando en el yacimiento de Guarrazar. Pero ocultar que había encontrado lo que parece ser un zafiro azul era necesario ante el miedo de que la zona pudiera ser fruto de actos vandálicos, de ahí que se haya procedido a su vallado, pudiéndose, por fin, hacerse pública la aparición de esta piedra.

«Parece que tengo un talismán, porque siempre que voy encuentro algo», apuntaba la regidora, quien aseguró que cuando encontró la piedra fue tal su emoción que incluso lloró. «Esta piedra es la prueba de que estamos excavando justo donde se encontraron las coronas», a escasos 30 metros de la necrópolis.

El arqueólogo que se está encargando de los trabajos de excavación, Juan Manuel Rojas, por su parte, comentaba que la piedra será analizada en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para poder datar que efectivamente procede de en torno al siglo VIII, algo que este profesional parece tener bastante claro.

Indicó que «tiene su arista como de haber estado engastada, y quizás sea de una de las coronas o de las cruces que se encontraron en 1858 -y en las que, en las que se conservan, se aprecia que faltan algunas piezas-, no en vano, cuando las dos familias que se llevaron el tesoro tuvieron que declarar en los juzgados, en su declaración se recoge que por el miedo a ser descubiertos realizaron las labores con prisas, por lo que se podrían haber perdido algunas piezas, siendo esta gema posiblemente una de ellas y que los «rebuscadores» que fueron después a probar suerte no fueron capaces de encontrar. El destino ha hecho que sea la alcaldesa la que lo ha hecho.