El Ministerio aparca la destilación y el sector del vino respira aliviado

I. Ballestero / Ciudad Real
-

800.000 hectolitros es la cantidad máxima de vino sin Indicación Geográfica que se podría enviar a las destileras, un volumen que el mercado «puede asumir».

El secretario general del Ministerio reunió ayer a asociaciones de productores y a elaboradores de vino. - Foto: La Tribuna

El Ministerio de Agricultura no aplicará esta campaña la destilación obligatoria de vino que acordó el pasado mes de julio con representantes del sector para aligerar los excedentes de la campaña anterior. Dos meses después de articular una norma que levantó las críticas de las asociaciones de productores y elaboradores del sector de vino en Castilla-La Mancha, el secretario general del Ministerio de Agricultura, Carlos Cabanas, volvió a reunirse con sus interlocutores para estudiar las declaraciones de existencias elevadas por las bodegas a fecha 31 de julio. Una vez analizadas las cifras, la cantidad de vino destilable a través de la norma de comercialización incluida en el real decreto aprobado la pasada semana por el Gobierno ascendía a 800.000 hectolitros, un volumen que Ministerio y sector consideran «asumible» por el mercado.

Durante el encuentro, el Ministerio subrayó el mensaje que lleva semanas enviando a los responsables del sector, asegurando que la autorregulación del mismo pasa «por producir aquello que somos capaces de vender». Cabanas repitió que, una vez prohibidas las medidas de regulación con fondos comunitarios, «no se debe esperar una destilación de crisis con fondos nacionales», por lo que debe ser el sector el que evite en el futuro situaciones como la que provocó la articulación de la destilación obligatoria ahora aparcada, para alivio de las organizaciones de productores y elaboradores del vino en la provincia y la región.

El vino ‘destilable’, es decir, aquel sin Indicación Geográfica que estaba en las bodegas a fecha 31 de julio ascendía a 800.000 hectolitros, muy lejos de los cuatro millones que el Ministerio había marcado como tope para enviar, sin coste para la Administración, a las destileras. Ese volumen se puso sobre la mesa en la reunión de ayer en compañía de las previsiones de la presente campaña, unas previsiones «muy variables» que oscilan entre los 40 y los 43 millones de hectolitros, muy lejos de los 53 millones que marcó la pasada campaña. Considerando la previsión para el presente año, el Ministerio y el sector consideran que esos 800.000 hectolitros son «asumibles por el mercado», sobre todo después de la «importante disminución» en las existencias de vino comparando los datos del 31 de marzo y los aportados por las bodegas a 31 de julio. Esa disminución en Castilla-La Mancha estaba por encima del 43 por ciento.

De esta forma, las bodegas y cooperativas de la provincia, que declararon unas existencias de 5,1 millones de hectolitros, no tendrán que enviar vino a las destileras asumiendo el coste de su destilación.

Reacciones.

La consejera de Agricultura del Gobierno regional, María Luisa Soriano, mostró su «satisfacción» por la no aplicación de la destilación obligatoria nada más conocer la noticia, una satisfacción que comparte con un sector que muestra su alivio tras no tener que hacer frente a la medida.

Soriano achacó la decisión del Ministerio a la «gran labor comercializadora de las bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha», el hecho de que finalmente no haya sido necesario aplicar la retirada de excedentes.

A ese «esfuerzo comercializador» hizo referencia también Fernando Villena, presidente regional de Asaja, que subrayó el descenso de «más del 40 por ciento» en las existencias y valoró como «fundamental» la recién creada Interprofesional del Vino «para evitar situaciones así en el futuro».