La Virgen del Carmen lo ha podido comprobar. La que cruza el Tajo a su paso por Toledo en la barca-pasaje, se habrá dado cuenta de que el río huele y más con calor. Y la que va en barca en la procesión marinera de Entrepeñas habrá podido ver este año que con todas las lluvias que han caído en primavera el embalse no llega ni a la mitad de su capacidad. El trasvase tiene parte de la culpa de ambas situaciones, de unos embalses a medias y de un río sucio y sin caudal ecológico. Por eso la Junta ha elaborado el borrador de un pacto regional del agua en el que se quiere reducir el Tajo-Segura a la mínima expresión, solo para abastecimiento humano y en caso de necesidad.

El presidente de la Junta, Emiliano García-Page, ha contado esta mañana en el acto de presentación del III Plan de Formación Profesional que se percató de que en menos de 24 horas desde la presentación del borrador, ya salieron «buena parte de los colectivos de Levante a insultarnos». No fue un insulto, pero la voz más reconocida que mostró su rechazo fue la del presidente de la Comunidad Valenciana, el también socialista Ximo Puig. Page aprovechó para pedir «que respeten el consenso de esta región» y avisó de que Castilla-La Mancha no va a renunciar a dar la batalla:«Hay una determinación absoluta de aprovechar este tren».

El presidente de la Junta explicó que hay que aprovechar precisamente el momento actual, con un Gobierno de España que ya está dejando algunas pistas de que puede cambiar la gestión de agua. Yen este punto, Page sí cree que hay algo en lo que seguir el ejemplo del Levante: su unidad. «Sumamos más si vamos juntos», expuso, «siempre ha habido consenso en el Levante con el agua».

Por eso, pide el mismo consenso entre los partidos políticos de la región. Señaló que este borrador «es también un listón muy claro para los partidos». Da por hecho de que firmarán el pacto «por supuesto» el PSOE, Podemos y el PP, que son las tres formaciones con representación en las Cortes. No le cabe pensar que haya un partido que se ponga de perfil ante los intereses de la región y luego se presente en menos de un año a las elecciones autonómicas con ese bagaje. «Esto sí que va a ser una prueba de fuego evidente de compromiso de los partidos con la comunidad», apostilló.