El aparcamiento disuasorio de Santa Teresa contará finalmente con árboles que además de dar sombra los meses de verano en esta explanada ayudarán a reducir el impacto visual de cientos de coches aparcados en el entorno de Vega Baja.

La Junta de Gobierno aprobó ayer la modificación del proyecto del aparcamiento que está ejecutando la concesionaria de la ORA. Esta modificación, que  tiene por  objeto no afectar al patrimonio arqueológico, contempla además una reorientación de la superficie de aparcamiento para proteger unos restos arqueológicos que están muy superficiales, así como la incorporación de pantallas vegetales y la plantación de arbolado sobre caballones.

La modificación del proyecto ha sido comunicada al Ministerio de Defensa, titular de los terrenos y a  la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Comunidades, ya que Patrimonio autorizó las obra el pasado mes de octubre siempre que no se plantaran árboles. Los técnicos de la Viceconsejería de Cultura entendían que las raíces podrían provocar daños irrreparables en los restos arqueológicos que continúan todavía en sin excavar.

El Ayuntamiento de Toledo, en su primer proyecto, incluía la plantación de árboles que Patrimonio obligó a retirar. El cambio de criterio llega después de que la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y la Real Fundación censuraran con dureza la decisión de Patrimonio.

«No entendemos que en el aparcamiento disuasorio de Santa Teresa no se puedan plantar árboles y en la acera de enfrente sí se pueda ‘plantar’ un edificio de viviendas de cinco alturas», subrayaba Jesús Carrobles, director de la Real Academia. «El debate debe estar en qué árboles se pueden plantar y cuáles no», explicaba en su día no sin antes recordar  que el adecentamiento del aparcamiento disuasorio de Santa Teresa condicionará de manera significativa el futuro de Vega Baja y su Plan Especial, pendiente aún de redacción.