Dar protección a todo el Patrimonio de Talavera y descubrir a la ciudadanía los muchos elementos patrimoniales con los que cuenta la ciudad son los dos principales objetivos de la iniciativa impulsada por la Asociación de Vecinos ‘San Jerónimo’ para conseguir la declaración del Casco Antiguo de Talavera como Conjunto Histórico. En esta dirección ya se trabaja, tras sumar importantes colaboraciones a su causa, entre ellas la Asociación de Arquitectos por Talavera (Aporta), la demarcación de Toledo del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha, el Colectivo de Investigación Histórica Arrabal y el Colectivo La Enramá.
Cuentan además con el apoyo del propio Ayuntamiento, que será quien encabece la solicitud a la Dirección General de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Desde la Consejería de Educación, Cultura y Deportes confirmaron a este diario que en el caso de Talavera es posible una protección patrimonial mediante una declaración de su Casco Histórico como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.
Según precisaron, para poder iniciar el expediente es necesario que se solicite de manera formal adjuntando la documentación que justifique los valores culturales del bien, su delimitación y el catálogo de bienes. Una vez efectiva la declaración, es preciso que se presente un Plan Especial de Conjunto Histórico, en el que se establezcan las medidas de protección y el procedimiento para la compatibilidad de las licencias del Ayuntamiento con la protección de los valores culturales.
Según precisó a este diario el presidente de Aporta, Ángel Sánchez, son los técnicos municipales quienes están elaborando el documento que se hará llegar a la Junta, para cuya redacción se ha puesto a disposición del Consistorio el colectivo al que representa. En él se dará cuenta de los elementos que hacen a Talavera merecedora de este nivel de protección, para cuya obtención no hay fijados unos requisitos concretos sino que se atiende a aspectos como los valores culturales, patrimoniales o históricos que posee para tomar la decisión.
En esta misma línea, la concejala de Patrimonio, María Rodríguez, indicó que es una valoración más bien subjetiva que, en última instancia, se lleva a cabo atendiendo al informe donde se plasman todos aquellos aspectos que podrían ser calificables.
Entre ellos, figuran los Bienes de Interés Cultural (BIC) que existen, entre los que están el Colegio de San Prudencio, el Convento de la Encarnación o de las Madres Bernardas, iglesia parroquial del Salvador, antiguo colegio Cervantes, La Colegial, Casa-Palacio de los marqueses Villatoya y el primer recinto de muralla. A estos BIC situados en el espacio para el cual, en principio, se va a pedir esta declaración, se suman otros como la Hospedería de la Orden de Santiago -Santiaguito-, la iglesia de San Francisco, la iglesia de Santiago de los Caballeros, la Casa-Palacio de la calle Sol, y la Basílica del Prado. Son puntos que podrían incluirse en esta petición ya que, como recordó el presidente de Aporta, un Conjunto Histórico puede ser continuo o discontinuo. En concreto, según recoge la Ley 4/2013, de 16 de mayo, de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, un Conjunto Histórico es una agrupación de bienes inmuebles que forman una unidad de asentamiento, continua o dispersa, condicionada por una estructura física representativa de la evolución que ha tenido una comunidad humana, por ser testimonio de su cultura o porque constituya un valor de uso y disfrute para la colectividad, aunque individualmente no tengan una especial relevancia. Asimismo, es conjunto histórico cualquier núcleo individualizado de inmuebles comprendidos en una unidad superior de población y que reúna esas mismas características y pueda ser claramente delimitado.
Entre las ventajas de esta declaración figuran las de poder optar a ayudas para la reurbanización de la zona, acceso a Áreas de Rehabilitación Integral de conjunto histórico -que supone ayudas a la rehabilitación y mejora de viviendas y edificios a los particulares-. Se traduce además en una mejora notable de las posibilidades de acceso al 1,5 por ciento cultural, y a cualquier ayuda específica para la promoción de los conjuntos históricos.