La autorización por parte del Gobierno de Mariano Rajoy de un nuevo trasvase del río Tajo al Segura propició en la mañana de ayer la comparecencia en rueda de prensa en la mañana de ayer del portavoz del PSOE en la ciudad, José Gutiérrez. Muy enfadado, rechazó esta decisión y exigió al alcalde de Talavera, Jaime Ramos, que se ponga las pilas de una vez por todas y plante cara a sus jefes de Madrid para defender los intereses de ciudad.
El socialista señaló que si el regidor no se pronuncia en contra de este segundo trasvase en lo que va de mes antes del 3 de septiembre, «le interpelaré personalmente y pediré el pronunciamiento expreso de todos los grupos políticos». De este modo, piden a Ramos que encabece la defensa férrea del Tajo que están llevando a cabo diversos colectivos en la ciudad y que fue aprobada por unanimidad recientemente en Pleno por todos los grupos políticos del Ayuntamiento. «Si no se pronuncia en contra de este trasvase, la propia corriente de éste puede llevárselo como alcalde en minoría», advirtió.
Gutiérrez lamentó que el alcalde simplemente ejerza su labor «para la foto» puesto que posó cuando vino la consejera de Fomento y también cuando se aprobó la moción en el último Pleno en el que todos los grupos políticos rechazaron la continuidad del trasvase Tajo-Segura. «Ramos no está cumpliendo el compromiso marcado y se está saltando a la torera lo que dijo a la consejera y en el acuerdo plenario», recalcó.
Desde el Partido Socialista señalan que con los 15 hectómetros cúbicos que se van a trasvasar tras la autorización de ayer y los 20 aprobados hace menos de un mes, «se podría abastecer a la ciudad durante nueve años».
Además, volvió a reincidir en el hecho de que Murcia y Alicante se llevan todo el agua limpia de la cabecera y, por su parte, Talavera solamente recibe las aguas residuales de Madrid por el Jarama. Y, a pesar de tener en la ciudad «la cloaca de Madrid», el alcalde permanece callado, sin levantar la voz, sin defender el agua de la ciudad.
El portavoz del PSOE aludió a la importancia que tiene que el agua limpia del Tajo circule por Talavera. «No puede ser que una ciudad con un 41 por ciento de paro como la nuestra, se quede sin agua limpia de cabecera para beneficiar los intereses de otras comunidades autónomas que tienen otras soluciones diferentes al trasvase». Su intervención finalizó exigiendo, nuevamente, a Ramos un rechazo público de este trasvase.