Nadie podía imaginarse hace dos años que una iniciativa como la escuela TrainingRey fuera a tener el crecimiento que ha experimentado. Ni siquiera su principal impulsor, el deportista Fernando Rey, que ha sido el encargado de convertir a la formación celeste en uno de los grupos de atletismo más consolidados de la provincia.

Han sido dos años en los que se ha incrementado tanto el número de atletas que forman parte de la iniciativa como su calidad, puesto que basta darse un paseo por las distintas carreras populares para encontrar camisetas celestes en los primeros puestos de todas las categorías. Y es que ése es otro rasgo a tener en cuenta, el hecho de no haberse circunscrito a las edades sénior y haber dado cabida cada a vez a más deportistas de base.

El propio Fernando Rey admite que «en ningún momento pensamos que este proyecto fuera a salir tan bien y tener estos resultados tan rápido». Desde su perspectiva, la clave ha estado «en la ilusión con la que empezamos, que después se ha mantenido».

Uno de los aspectos que más destaca el líder de TrainingRey es que «prácticamente todos los atletas que tenemos han mejorado». Asimismo, apunta que «todas las semanas tenemos corredores de nuestro equipo corriendo y en buenas posiciones».

Aunque estos resultados «nos producen una inmensa alegría», Fernando Rey reconoce que no es el objetivo primordial que se persigue. A su juicio, la meta principal de la escuela debe ser «crear una comunidad donde todos sean amigos y disfruten del atletismo».

Entre los mensajes con los que se queda por parte de sus alumnos, escoge aquellos en los que le transmiten que «esto les ha servido para mejorar sus vidas personales y para encontrar nuevas metas».

De forma paralela a la escuela de adultos, en TrainingRey también mostraron interés por los más pequeños, con los que ha sucedido un hecho curioso. «Muchos han cumplido dos años más y ya no son tan niños, por lo que con catorce años los hemos subido a los adultos pensando en que es la mejor manera de motivarlos», destaca. Y es que con ellos también se busca como objetivo secundario que «si hay algún talento, podamos ayudarle a llegar hacia arriba».

Esta mezcla entre deportistas de elite y populares favorece el crecimiento de ambas partes y es un modelo que se impulsa desde la escuela. Se entiende por parte de TrainingRey que «hay cosas que pueden hacer todos, como el calentamiento; al popular le sirve como motivación mientras que al de alto nivel le quita presión». Por ello, no es extraño ver en el grupo a deportistas como los propios hermanos Rey, Vanessa Veiga, Ángel Ronco o Javier Corroto.

La alegría de correr. Los dos años de TrainingRey destacarán, más que por los numerosos éxitos deportivos, por los lazos de unión que se han establecido entre sus componentes. Son ya una gran familia en la que cualquier competición se aprovecha para hacer piña.

Es habitual que en cada carrera se forme una expedición para, después de competir, visitar la localidad en la que se corre en buena compañía. Fernando Rey se pone a sí mismo como ejemplo: «En Laredo no pude con el objetivo que tenía, pero a los cinco minutos se me olvidó porque los compañeros me ayudaron a ello».

La Meca del TrainingRey es el Maratón de Valencia. Allí suelen peregrinar en masa los atletas del conjunto celeste y, si el año pasado les sobraron algunas plazas en el autobús para otros deportistas toledanos, en esta oportunidad se les va a quedar pequeño y tendrán que buscar otro de apoyo.