Una final culinaria y toledana

P. Pérez
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Desde media tarde ya se respiraba un ambiente festivo en las inmediaciones del Mercado de San Agustín. Una ‘food truck’ aparcada en su entrada anunciaba a los seguidores del programa y también a los curiosos que estaban cerca y a punto de encontrarse con los cocineros más famosos del panorama nacional. Jonatan y Javier, los ganadores del concurso de Televisión Española ‘Cocineros sobre ruedas’, eligieron Toledo para compartir con sus seguidores uno de los momentos más importantes en sus carreras profesionales y también en su curriculum personal: ganar este programa gastronómico, que ha sido líder de audiencia en las nueve semanas que ha estado en antena.

Autógrafos, fotografías, charlas improvisadas. A nada dijeron que no estos dos flamantes campeones, en aquel momento aún aspirantes, que desde antes de las nueve de la tarde ya estaban atendiendo peticiones de familias enteras, porque el público ha sido variado y variopinto. Los más pequeños deseosos de fotos y autógrafos, los mayores, disfrutando del vermut que los dos cocineros preparaban afanosos en su camioneta.

La tensión se mascaba entre los asistentes a la gran final. En el Mercado, una gran pantalla presidía todas sus estancias y no dejaba indiferente a nadie frente al desenlace del concurso. Pasadas las diez y media de la noche la fiesta comenzó, y en cada una de las pruebas, todos al unísono animaban a esta pareja gastronómica tan bien avenida. Javier, de origen argentino y reconocido chef, con raíces en Toledo por haber regentado la cocina de un conocido restaurante japonés; Jonatan, crítico gastronómico y periodista, uno de los concursantes más queridos y respetados, mostrando que una discapacidad -es invidente- no es una barrera cuando se tiene un sueño.

Ya pasaba la media noche cuando el estallido de alegría se hizo inminente en el Mercado. La pareja se alzaba con el triunfo; con su presencia en la ciudad, decidieron que tuviese sabor toledano.