Se pasaba lista y se notaron ausencias. Este año, un buen número de toledanos decidió tomar las migas de Nochebuena en casa. El frío del día 24 rebajó la asistencia de público en los distintos barrios. Aún así, fueron muchos los que decidieron ponerse el abrigo y la bufanda para salir a pasar un buen rato con familiares y amigos. Por fortuna la normalidad fue la tónica y no se registraron incidencias destacables, apunta el edil de Seguridad, Juan José Pérez del Pino. El barrio de Santa Teresa, donde surgió esta tradición en los años 90, volvió a ser el más concurrido. La plaza de Cuba y la avenida de América, con las barras de los bares en la calle, repitieron como los puntos de encuentro desde mediodía hasta casi la hora de la cena. También el Polígono, con el paseo Federico García Lorca a la cabeza, donde estuvo la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, haciendo barrio.