La Junta de Comunidades se ha marcado como objetivo para 2019 poner en marcha un programa de consolidación del empleo para personas afectadas por una enfermedad mental, dentro del marco general de los planes de empleo puestos en marcha esta legislatura.

 Hasta el momento, 40 personas ya han estado trabajando como ‘expertos en experiencia’, «enseñando de igual a igual» lo que es la enfermedad mental. El reto ahora es dar un salto cualitativo -más allá de los 6 meses de contrato de los ya citados planes de empleo- y facilitar un trabajo «estable, participativo y de entrega a los demás» a este colectivo de pacientes, bien dentro de la Fundación Sociolaboral dependiente del propio Gobierno regional, o bien en otros colectivos. Sin perder de vista que tener un puesto de trabajo es también el mejor método para eliminar el estigma que aún pesa sobre las personas que sufren algún problema de salud mental.

Así lo avanzaba ayer el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, encargado de dar cuenta de la participación de las principales asociaciones vinculadas a la salud mental de la región en la reunión semanal del Consejo de Gobierno, dentro de los denominados ‘Consejos de Gobierno Abiertos’.

Como destacó Fernández Sanz, el Gobierno de Castilla-La Mancha está realizando un importante esfuerzo por mejorar la calidad de vida de las personas con problemas graves de salud mental. Dolencia que, en sus diferentes variantes, afectaría a uno de cada cuatro castellano-manchegos y supone ya la cuarta causa de consulta en los centros sanitarios de la comunidad.

 Otro de los datos en los que hizo hincapié el consejero fue los casi 400.000 actos sanitarios en torno a la salud mental realizados hasta el momento. Como dijo, podrían  haber sido más, pero ya son un 40 por ciento más de lo que se hacía en la legislatura anterior.

Además, esta legislatura la plantilla en salud mental ha crecido en 23 personas. Actualmente son 1.312 los profesionales que trabajan en salud mental en la región.

En este sentido, avanzó que la inversión que prevé el Plan de Salud Mental contempla hasta 2025 unos 11 millones más de euros, que se irán empleando no solo en recursos residenciales, sino también en recursos humanos y en planes que consoliden el empleo de las personas con enfermedad mental.

Como reto para los próximos años, el consejero también apuntó la necesidad de incidir en la atención temprana, especialmente en los centros educativos. En este sentido, avanzó la puesta en marcha de equipos interdisciplinares de intervención en primeros episodios psicóticos y para la atención multidisciplinar en los trastornos del espectro autista.

«Lo que hacemos, lo hacemos muy bien», concluyó Fernández Sanz, subrayando aquí su intención de llegar a las personas que hasta ahora no han aceptado tratarse de sus problemas, bien sea por el estigma, por la exclusión social o por razones personales.

Por su parte, la presidenta de la federación familias y pacientes con enfermedad mental, María del Carmen Navarro, valoró el compromiso del Gobierno regional de «seguir trabajando» y de que, de cara a la próxima legislatura, se cumpla con todos los compromisos avanzados ayer en este Consejo de Gobierno Abierto.

No obstante, la intervención más interesante fue la de Luis, un usuario de los recursos de salud mental y uno de los ya citados ‘expertos en experiencia’ que han trabajado estos meses en los planes de empleo. Como dijo, es la «primera vez» que se les da voz en un foro de estas características. «No había ocurrido nunca, insistió, incidiendo en la necesidad de acabar con el estigma que sufren estos enfermos, a los que «nos llaman locos». Y para ello puso como ejemplo su caso personal, que le llevó a colocar en su nevera el cártel «Yo merezco la pena». Al igual que merecen la pena todos y cada uno de los afectados por algún trastorno en su salud mental.